Contaminación en la Vall d’Albaida: dos pueblos en pie de guerra por su salud y su aire

Los municipios de Montaverner y Llutxent, en la comarca de la Vall d’Albaida, viven una creciente preocupación por los efectos negativos en su salud, calidad de vida y medio ambiente a causa de dos instalaciones industriales: la planta de gestión de residuos EcoGlobal en Montaverner y la planta de biogás en Llutxent. Ambos pueblos han intensificado sus quejas, movilizaciones y exigencias a las administraciones competentes.

Montaverner: humos, olores y una planta sin garantías

El alcalde de Montaverner, Jorge Boluda, ha alertado de la situación que provocan las emisiones de la planta EcoGlobal, ubicada en el polígono industrial del municipio. Los vecinos denuncian fuertes olores a plástico quemado y presencia de humo negro, lo que ha llevado incluso a empresas cercanas a reportar daños en sus instalaciones, como pérdidas del 30% en el rendimiento de placas solares por la suciedad acumulada.

“Se están perdiendo recursos, se está contaminando el aire, y hay una zona, una ‘campa’ añadida ilegalmente a la empresa, que carece de cualquier medida de seguridad contra incendios”, ha explicado el alcalde. Desde el Ayuntamiento ya se ha iniciado un procedimiento para obligar a la empresa a devolver el terreno a su estado original en un plazo de diez días, aunque recuerda que las competencias sobre emisiones y autorizaciones ambientales corresponden a la Conselleria.

Según Boluda, la actividad que se realiza no cuenta con los permisos adecuados y se está a la espera de un expediente sancionador que la Conselleria estaría tramitando tras una reciente inspección. “Nosotros ya hemos hecho todo lo que está en nuestra mano a nivel local”, ha asegurado.

Llutxent: la plataforma Salvem Llutxent, Respirem exige la reubicación de la planta de biogás

Por su parte, en Llutxent, la plataforma ciudadana Salvem Llutxent, Respirem continúa con su campaña de protestas y reivindicaciones. Este sábado, a las 19h en la plaza Mayor, se ha convocado una nueva manifestación bajo el lema “Volem viure tranquils i en pau”, para exigir la reubicación de la planta de biogás, situada a menos de dos kilómetros del casco urbano.

La portavoz de la plataforma, Zulema Martí, denuncia olores químicos insoportables, insomnio, ansiedad y un tráfico constante de camiones pesados que pone en peligro a la población, especialmente a los más pequeños. Además, advierte de que el impacto también afecta a elementos patrimoniales como el Castillo de Xio o el Monasterio del Corpus Christi.

“El día a día se está volviendo insufrible”, afirma Martí, quien también alerta de un aumento de enfermedades respiratorias y dermatológicas. La planta no aporta beneficios económicos al municipio ni genera empleo local, por lo que reclaman a las autoridades autonómicas y estatales que busquen una ubicación adecuada fuera del entorno urbano.

Dos conflictos, una misma exigencia: soluciones urgentes

Tanto en Montaverner como en Llutxent, la ciudadanía y sus representantes coinciden en un mensaje común: no están en contra del reciclaje ni de las energías renovables, pero exigen que se hagan bien y respetando la salud pública, el entorno natural y los marcos legales.

Las protestas vecinales y las acciones de los ayuntamientos han puesto el foco sobre la necesidad de una mayor vigilancia medioambiental y de una respuesta ágil por parte de la Conselleria de Medio Ambiente.