Los actos vandálicos de un reto viral de Tiktok obliga a cerrar las piscinas municipales de La Costera y La Ribera Alta en plena ola de calor
Canals, Cerdà y Carcaixent se suman a la lista de localidades afectadas por la tendencia que siguen algunos usuarios de defecar en las piscinas y difundirlo en las redes

Fragmento de la entrevista a los alcaldes en nuestro Hoy por Hoy
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La Costera-La Ribera Alta
Hoy por Hoy Radio Xàtiva Cadena SER ha dado voz a los alcaldes de varios municipios afectados por un reto viral difundido en redes sociales que está obligando al cierre de piscinas públicas en toda España.
La peligrosa tendencia consiste en defecar deliberadamente en el agua de las piscinas, grabar el acto y compartirlo en plataformas como TikTok. Lejos de ser una broma, esta práctica tiene graves consecuencias sanitarias y sociales, especialmente en plena ola de calor, cuando miles de personas dependen de las piscinas municipales como único refugio ante las altas temperaturas.
Accidentes y actos vandálicos que cierran piscinas
La tendencia ha llegado ya a varios municipios de la comarca de La Costera, como Canals y Cerdà, y a La Ribera Alta, Carcaixent, donde los ayuntamientos se han visto forzados a cerrar sus instalaciones tras detectar restos fecales en el agua. En algunos casos se trató de accidentes infantiles, pero en otros se sospecha de actos vandálicos o comportamientos intencionados relacionados con este reto.

La alcaldesa de Carcaixent, Carolina Almiñana, confirmó que aunque el último incidente no fue provocado por un reto viral, el año pasado ya sufrieron varios actos similares vinculados al vandalismo juvenil.
Por su parte, el alcalde de Canals, Nacho Mira, lamentó que hayan tenido que cerrar la piscina dos veces en pocos días, y destacó la dificultad de los socorristas para controlar este tipo de situaciones. “Esto lo acabamos pagando todos. Estamos a casi 40 grados y la piscina es el único refugio para mucha gente”, advirtió.
En Cerdà, según explicó el alcalde José Luis Gijón, el cierre vino tras detectar bacterias inusuales durante los controles diarios, lo que activó automáticamente el protocolo de desinfección.
Riesgo para la salud pública
La presencia de heces en el agua puede propagar bacterias, virus y parásitos, especialmente peligrosos para niños y personas mayores. Cada incidente obliga a cerrar la instalación durante al menos 48 a 72 horas, realizar tratamientos químicos y garantizar que el agua sea segura antes de reabrir.

Archivo - Una trabajadora realiza tareas de desinfección en una piscina. / María José López - Europa Press - Archivo

Archivo - Una trabajadora realiza tareas de desinfección en una piscina. / María José López - Europa Press - Archivo
Aunque algunos incidentes han sido provocados por bebés o accidentes aislados, la difusión del reto viral agrava el problema y complica la gestión de estos espacios públicos.
Medidas y sanciones
Los ayuntamientos han comenzado a aplicar nuevas medidas de control y seguridad en las piscinas municipales. Entre ellas, destaca la obligatoriedad de presentar el DNI para acceder al recinto, con el objetivo de poder identificar posibles infractores en caso de incidentes.
Además, se ha reforzado la vigilancia en las instalaciones, y se suma la aplicación estricta de las ordenanzas municipales de convivencia, que contemplan sanciones económicas y disciplinarias en función de la gravedad del caso.
Los alcaldes insisten en que estos actos no pueden tratarse como simples travesuras: “No es una gracia ni una moda: es un problema de convivencia y de salud pública”, subrayan. Por ello, hacen un llamamiento firme a la responsabilidad individual y colectiva, especialmente entre los más jóvenes.




