Sindicatos y los vecinos de CAVE COVA piden a la Generalitat que destine a vivienda al menos el 2% del PIB de la Comunitat Valenciana

València

Tino Calero, secretario general de UGT del País Valencià, ejercía de anfitrión y ponía el acento en el primer punto de ese manifiesto: Es necesario un refuerzo presupuestario de las partidas que la Generalitat destina a política de vivienda. Al menos hasta los 2.770 millones de euros, un 2% del Producto Interior Bruto.

Dinero que podría salir de partidas que Calero considera innecesarias y que obedecen más a cuestiones de estrategia política. Se refiere al anuncio de aumento de dinero público para seguridad.

Porque, ha explicado Calero, el gran problema también aquí es que la vivienda se ha convertido en arma política. Y eso en el actual clima de polarización provoca que no se avance. Las propuestas del contrario se rechazan por sistema, sin más análisis.

En ese sentido, Ana García Alcolea, de CCOO, ha lamentado que los gobiernos de derechas (como el nuestro) rechacen la ley de vivienda estatal sin tener en cuenta los datos. En solo un mes, en Barcelona, consiguió rebajar el precio de los alquileres en 100 euros de media.

Lamentan los sindicatos que un derecho constitucional, tener una vivienda digna, se haya convertido apenas en un 'desideratum', un artículo vacío de contenido. Y mientras tanto se agranda la brecha entre España y el resto de la Unión Europea. La media de vivienda social en Europa supera el 9%, aquí estamos en un 2%.

Y además tomando como bandera el descenso de la natalidad, los gobiernos de derechas comienzan a renunciar a construir dotaciones sociales y reconvertir ese suelo en edificable. Eso sin aplicar porcentajes de reserva para vivienda pública (en compra y alquiler) solo contribuye, como denuncia Juan Antonio Caballero, presidente de la confederación de asociaciones de vecinos, a generar ya guetos en muchas ciudades de la Comunitat.

No tiene sentido, afirma, dejar de construir dotaciones sociales que luego van a hacer falta con las viviendas que se construyen en su lugar. También piden medidas contundentes contra los alquileres turísticos que provocan también un tirón de los precios hacía arriba.

Hoy el precio medio del alquiler de una vivienda de 80 metros cuadrados en la Comunitat es un 139% más alto que hace diez años. Se sitúa en 1.000 euros mensuales, que suben a 1.300 en el caso de Benidorm y València. Y eso con un salario mínimo de 1.184 euros.

Sigue toda la última hora en el canal de Whatsapp de Radio Valencia:haz clic aquí y suscríbetepara recibir toda la información y la actualidad del día en tu móvil.