El Consell aspira a construir dos grandes parques metropolitanos que actúen como esponjas en caso de DANA

València

Dos grandes parques metropolitanos unidos entre sí y que actúen como esponjas ante posibles DANA's y que al vertebren toda la zona afectada con espacios de paseo, lúdicos, de ocio, hasta de trabajo al aire libre.

Eso pretende el Consell con el megaproyecto que hoy ha recibido la luz verde del Consell. Se trata de abrir al público las riberas de los ríos, renaturalizando la zona afectada por la DANA en un recorrido de 35 kilómetros en un primer tramo de diez kilómetros y medio entre la Vallesa y el jardín del Turia por el norte.

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Y por el sur, en paralelo, con dos tramos más. Uno de 18 kilómetros y medio siguiendo la cuenca del Poyo y otro de 5 kilómetros entre el Pla de Quart y l'Albufera.

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Todo unido a través de un eje ciclo-peatonal sobre 1.500 hectáreas en las que se plantarán 100.000 árboles. Porque la seguridad y el progreso no deben estar reñidos y porque los afectados y afectadas por la DANA merecen tener esperanza y poder soñar, ha dicho Carlos Mazón.

Mazón apuesta por llamar a este gran proyecto "Parque de la Esperanza" y aspira a que albergue un Memorial por las Víctimas. No hay plazos y el presupuesto, de momento, se ciñe a dos millones de euros para comenzar el estudio en los presupuestos de la Generalitat de 2026.

El resto del dinero necesario pretende el consell que salga de Europa, de fondos propios y mediante la compensación de la huella de carbono de empresas privadas. Y está abierto a la participación del estado con, ha subrayado Mazón, dinero a fondo perdido.

Un proyecto inspirado en los grandes parques metropolitanos europeos

El proyecto ha sido redactado por un equipo de 10 expertos al frente del cual está el profesor Eduardo Rojas de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universitat Politècnica de València.

Ha explicado que hay que renaturalizar el entorno y escapar de los modelos urbanísticos de los años 60 y 70 que apostaron por la impermeabilización del suelo sin tener en cuenta la hidrología. Ahora debe ser el eje.

Por eso, sobre suelo agrícola abandonado, sobre terrenos inundables aledaños a zonas industriales... se busca recuperar la capacidad de absorción del suelo.

La reconexión del territorio debe hacerse, ha dicho, evitando barreras que puedan actuar como diques. También debe aprovecharse la agricultura, y cultivos tradicionales como el arroz, para las zonas de laminación. En los entornos urbanos se apostará por construcciones en altura y generando espacios entre ellas.

Se aspira, asimismo, a una 'incorporación emocional' de los afectados y afectadas a través de la plantación por parte de los y las escolares afectados de árboles que les hagan sentir como suya una parte del parque.

El secretario autonómico de medio ambiente, Raúl Mérida, aún ha ido más allá y ha asegurado que podrán crearse huertos para cada colegio de la provincia que se aproveche como un aula abierta.

La música debe tener cabida con espacios específicos y también debe ser un espacio de trabajo (coworking) al aire libre. El entorno, ha dicho Mérida, debe aliarse con la naturaleza y la nueva realidad. Todo ello vertebrado con un 35 kilómetros de carril ciclo-peatonal.

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