El Consell aprueba una modificación de la 'ley del ruido' para agilizar inspecciones y sanciones a las industrias más contaminantes: el Serrallo, en el punto de mira

El Consell ha aprobado una modificación urgente de la ley del ruido con medidas para reforzar los controles en las zonas que producen mayores niveles de contaminación acústica. Una de las zonas más sensibles en el caso de la provincia de Castellón es la del polígono del Serrallo, muy cercana al Grao de Castellón y a la urbanización de l'Om Blanc de Almassora.

Según el gobierno valenciano, la modificación de esta ley se produce con el objetivo de poner soluciones a la ley anterior por los "conflictos y duplicidades en la aplicación de la actuación inspectora y la potestad sancionadora" en la protección contra la contaminación acústica.

Es una ley que se aprueba en un contexto de litigios en los tribunales entre las empresas ubicadas en el polígono y los vecinos de l'Om Blanc, en la playa de Almassora, que denuncian elevados niveles de contaminación acústica. El proceso lleva años en marcha pero la Fiscalía se está encontrando con grandes problemas para determinar el nivel de responsabilidad que tienen las empresas en esa contaminación, ya que en el polígono conviven también otras empresas industriales. Lo último que se sabe sobre la causa es que la Fiscalía ha ordenado llevar a cabo un estudio detallado con el objetivo de conocer con exactitud qué porcentaje de contaminación emite cada empresa del polígono.

En este sentido, esta nueva ley autonómica establece que "cuando en una zona de uso predominantemente industrial no sea posible discernir mediante mediciones el nivel de ruido transmitido por cada una de las actividades individuales al receptor más afectado, o no se pueda demostrar la irrelevancia de la contribución de un emisor, el nivel de ruido se podrá evaluar de manera conjunta, como si se tratara de un único emisor, siendo la responsabilidad en los niveles de ruido solidaria entre todas las actividades implicadas o en los términos que acuerden entre ellas".

Efectos perjudiciales y exenciones

La ley, además, reconoce que la falta de celeridad en las actuaciones ante casos de contaminación acústica "puede provocar o agravar las consecuencias nocivas del ruido en la salud en las personas afectadas, tales como alteración del sueño, interferencia con la comunicación oral, efectos negativos sobre el aprendizaje, pérdida auditiva, estrés o hipertensión". Muchos vecinos de la zona aseguran haber sufrido problemas de salud derivados del ruido.

Más allá de estas cuestiones, esta ley también salvedades y exime del cumplimiento de los niveles más restrictivos a los emisores que estuvieran legalmente implantados previamente a la implantación legal de usos en la zona receptora más sensible --es decir, a aquellas empresas implantadas antes de que se construyeran viviendas-- o si las normas urbanísticas que permitieron la construcción de viviendas son anteriores a esta ley.

Competencia sancionadora

Respecto a las competencias para inspeccionar y sancionar, "corresponderá al órgano de la administración autonómica cuando el instrumento de intervención administrativa habilitante para el funcionamiento o el ejercicio de la actividad sea de competencia autonómica". El gobierno valenciano lo pondrá en conocimiento de la máxima autoridad municipal y serán ellos quieres adopten las medidas oportunas.

La retirada temporal o definitiva de las licencias o autorizaciones podrá ser acordada por la persona titular de la alcaldía del ayuntamiento o por la persona titular de la conselleria competente por razón de la materia a la cual pertenezca la fuente generadora del ruido o vibraciones.