El director general de Calidad Ambiental se reúne con la plataforma Salvem Llutxent Respirem para abordar el futuro de la planta de biogás

Llutxent

El pasado martes 29 de julio, el director general de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat Valenciana, Jordi Blanco, se reunió con representantes de la plataforma Salvem Llutxent Respirem para abordar las preocupaciones vecinales relacionadas con los olores de la planta de compostaje del municipio. En la reunión, también estuvo presente un experto en plantas de biogás, quien ofreció su visión sobre la situación.

El encuentro, celebrado en la sede de la Conselleria de Medio Ambiente, se valoró como muy productivo por parte de los miembros de la plataforma. En palabras de Saül Martí, miembro de Salvem Llutxent, se establecieron los plazos y las acciones correctivas que se llevarán a cabo para mitigar los efectos negativos de la planta. Además, se discutieron posibles medidas inmediatas y a largo plazo para reducir las molestias causadas por los olores en el municipio.

Martí destacó que durante la reunión se mencionaron varias soluciones técnicas que se estudiarán en los próximos meses, como un sistema que recoge partículas de aire en lugares estratégicos y el control del tráfico de los camiones que acceden a la planta. Además, se revisará la procedencia de los camiones para asegurar que no se generen más molestias.

Posibles soluciones a corto y largo plazo

En cuanto a las medidas a corto plazo, se propuso que el Ayuntamiento y la empresa pacten condiciones para la reubicación de la planta, aunque Martí advirtió que esta opción podría requerir grandes inversiones, lo que llevaría al municipio a un endeudamiento significativo. La opción a largo plazo, prevista para el año 2032, implicaría modificar la Declaración de Interés Comunitario (DIC), lo que permitiría no renovar la autorización para la planta.

El Ayuntamiento tiene más competencias de lo que piensan

—  Saül Martí, miembro de la Plataforma Salvem Llutxent

A pesar de las dificultades, Saül Martí se mostró optimista sobre el futuro de Llutxent, aunque subrayó que aún queda un largo camino por recorrer. Asimismo, hizo hincapié en que los problemas relacionados con la planta han contribuido al proceso de despoblamiento del municipio, una situación que, según él, podría agravarse si no se toman decisiones efectivas a tiempo.