Lleida y Xàtiva trabajan en nuevos proyectos conjuntos
El alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa i Piqué, visita oficialmente la ciudad de Xàtiva. Comparten, ambas ciudades, entre otros, uno de los episodios más trágicos de su historia, pues en 1707 sufrieron las consecuencias de la entrada de tropas borbónicas
Audio de la recepción en Xàtiva al alcalde de Lleida
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Xàtiva
El alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa i Piqué, visita oficialmente la ciudad de Xàtiva, donde será recibido por el alcalde Roger Cerdà, la primera teniente de alcalde Amor Amorós y diversos miembros de la corporación municipal en la Albereda Jaume I.
La visita se ha iniciado a las 10:30 horas con la llegada del alcalde leridano a las puertas del Ayuntamiento. Desde allí, la comitiva se ha trasladado al Saló de Plenaris, donde Larrosa ha firmado en el Libro de Honor y dirige unas palabras institucionales. El alcalde de Xàtiva le he hecho entrega del escudo de la ciudad como símbolo de bienvenida y reconocimiento.
Tras una foto de familia y una breve reunión privada en el despacho de alcaldía, la visita continúa con una ruta guiada por el patrimonio histórico de la ciudad, conducida por el exarchivero municipal Isaïes Blesa.
Entre los espacios destacados se encuentran el Monumento als Maulets, el Aixopluc, el Museu de Belles Arts, donde se expone el icónico retrato de Felipe V colgado boca abajo, y el Museu de l’Almodí, que alberga la valiosa pica islámica del siglo XI.
El recorrido incluye también Sant Domènec, la fachada del Antiguo Hospital y la Colegiata de La Seu, y finaliza con una comida institucional en el Hotel Montsant, a los pies del castillo.
Piezas clave del patrimonio que se visitan
- Felipe V boca abajo: el retrato del monarca, obra de Josep Amorós, cuelga invertido como castigo simbólico por haber ordenado la destrucción de Xàtiva en 1707. Se ha convertido en un emblema de la identidad local.
- Pica islámica del siglo XI: tallada en mármol rosa del Buixcarró, es una joya del arte musulmán con escenas de maternidad, guerra y simbolismo vegetal. Es la pieza central del Museu de l’Almodí y ha sido expuesta en museos internacionales.
