El "Mundialito" no se jugó en Estados Unidos, se celebra en Alfarrasí

Alfarrasí (La Vall d'Albaida)

Esta miércoles, a las 17:00 horas, las calles de Alfarrasí volverán a llenarse de emoción, aplausos y el inconfundible sonido de las ruedas sobre el asfalto.

La Carrera Ciclista de Alfarrasí, Trofeu Festes d’Alfarrasí “El Mundialito”, celebra su 70 aniversario, una efeméride que sitúa a esta prueba como una de las más antiguas y queridas de la comarca.

Un legado que nació en 1955

El origen de esta competición se remonta a 1955, cuando Manuel Constant, Simeón Martí, Rafael Martí y Pascual Monzó decidieron impulsar una cita ciclista que en su primera edición coronó a José Lerma Carrasco.

Desde entonces, la carrera ha vivido épocas de esplendor y otras de interrupción por dificultades económicas u organizativas, pero siempre ha regresado gracias al empeño del pueblo y sus aficionados.

Figuras del ciclismo que han dejado huella

En su historia, el “Mundialito” ha contado con la participación de figuras de talla internacional como Alejandro Valverde u Óscar Freire, lo que le ha otorgado un prestigio especial y ha atraído a numerosos visitantes y medios especializados.

El concejal de Deportes de Alfarrasí, Manuel Ferrer, destaca que este 70º aniversario “es un motivo de orgullo inmenso” y subraya que el secreto de su longevidad está en “la implicación de la Penya Ciclista, de los vecinos, de los voluntarios, de los comercios y de todas las entidades locales que han mantenido viva la llama del Mundialito incluso en los años más difíciles”.

Una edición especial para celebrar 70 años

Para esta edición especial, la organización ha preparado diversas novedades, entre ellas la refundación oficial de la Penya Ciclista y actividades complementarias para corredores y público, con sorteos y obsequios de patrocinadores.

El impacto en el municipio es notable: la población se multiplica durante la jornada, llenando bares, restaurantes y comercios. “Es un evento que sitúa a Alfarrasí en el mapa de la Comunitat Valenciana y deja huella en quienes lo viven”, afirma Ferrer.