La Plataforma contra la Pobreza insta al empresariado a involucrarse en un pacto social contra la creciente desigualdad entre barrios de Alicante

Alicante

La Plataforma contra la Pobreza insta no solo a colectivos sociales, sino también empresariales, como HOSBEC, la patronal hotelera, o el instituto INECA a reclamar un pacto social para recuperar los barrios de Alicante, ante los elevados índices de desigualdad, que se han ido acrecentando en los últimos años.

Una realidad extremadamente desigual donde zonas como Nou Alacant, Virgen del Carmen o Colonia Requena, reciben unos ingresos de renta de unos 16.000 euros, casi tres veces inferiores a los del centro o de la playa San Juan, según datos de la Agencia Tributaria.

Alicante se sitúa por encima de la media en riesgo de exclusión social, con casi uno de cada tres ciudadanos en riesgo.

Y otro dato, este de la propia Memoria de Bienestar Social del Ayuntamiento de Alicante: en ocho años, de 2016 al año pasado, se han más que duplicado los alicantinos atendidos por los servicios sociales, pasando de 20.900 a casi 49.300.

La cohesión social no va a venir de la mano de más o menos cruceros ni de los beneficios turísticos, sino de introducir una mirada de los empresarios en la política social. "Si no, la ciudad no se hará sostenible y se irá desmembrando la cohesión social", explica su portavoz, Kike Romá.

Para la Plataforma, esta situación deriva de una política centrada en las bondades turísticas y en la gastronomía, en la fachada litoral y el centro, y no en las necesidades reales de los barrios. Una muestra es la ubicación de las instancias públicas, ninguna en la periferia, o el mismo recorrido de los autobuses, radial.

Un PGOU, clave para "atenuar los efectos perversos de la desigualdad"

Y en ese sentido, abunda, será clave también el diseño del PGOU, para vertebrar los barrios y "atenuar los efectos perversos de la desigualdad", dice.

Todo ello se ve, añade Romá, en que cada vez son más los temas trasversales que llevan a los colectivos vecinales a unirse para reclamar aspectos que afectan a todos y no se están acometiendo: desde la limpieza urbana, hasta la turistificación, pasando por la retirada de las vías de la costa o la creación de un parque central.

Por eso, es fundamental el posicionamiento de un verdadero plan de inversiones desglosado por barrios, para evitar que se eternicen las reivindicaciones, como ha sucedido con el barrio de San Blas, dice, o con la reclamación para el centro de El Somni.