Prohibido el baño en Guardamar del Segura (Alicante) por la aparición de dragones azules
Se han encontrado en la Playa Vivers dos ejemplares de esta babosa tropical que es tóxica
Ejemplare de dragón azul / RA
Orihuela/ Alicante
Bandera roja en todas las playas de Guardamar del Segura hasta nuevo aviso, tras el hallazgo de dos ejemplares de Glaucus atlanticus, una babosa marina conocida como dragón azul de origen tropical.
Unos socorristas encontraron en la tarde de este miércoles esta especie de molusco sin concha en la Playa Vivers y de inmediato el Ayuntamiento prohibió el baño y puso en marcha un dispositivo preventivo por seguridad y por posible llegada de otros ejemplares arrastrados por la corriente.
El dragón azul mide unos 4 centímetros de longitud y destaca por sus seis apéndices y color azul brillante, pero también destaca por su picadura dolorosa con posibles complicaciones. Por tanto, desde el consistorio han aconsejado no tocarlos en caso de encontrarse con uno de ellos y avisar a las autoridades.
No es la primera vez que el dragón azul se observa por las playas del litoral de la comarca, aunque resulta ser un episodio extraordinario porque hasta su avistamiento en el verano de 2021 hacía más de trescientos años que no se tenía constancia de esta especie con esta localización geográfica, según recogía el estudio y artículo científico en el que trabajó el biólogo municipal de Torrevieja, Juan Antonio Pujol.
En ese verano de 2021 aparecieron ocho dragones azules en las costas de Guardamar del Segura, Orihuela y Torrevieja. Posteriormente, también se observó otro más en Jávea y en primavera de 2023 se tiene constancia de otro más en aguas de Italia. El 16 de agosto de 2023 se halló uno vivo en la playa de La Mata (Torrevieja), pero murió poco después y se depositó en el departamento de Zoología de la Universidad de Murcia.
Descrito por primera vez en 1705
El dragón azul fue descrito por primera vez por el médico y naturalista germano-polaco Johann Philipp Breyne en 1705 tras identificar unos ejemplares recogidos al sur de Ibiza.
La llegada del dragón azul al Mediterráneo se debe a que sufre el arrastre de las corrientes atlánticas al ser un pequeño molusco que vive flotando en la superficie del mar. Su toxicidad se debe a que son capaces de concentrar en sus tejidos las células urticantes características de las especies que depredan como las carabelas portuguesas.
