Rafael Cambra: “La vendimia se presenta mejor que la del año pasado"

Fontanars dels Alforins (La Vall d'Albaida)

En varias zonas productoras de la Comunitat Valenciana ya ha comenzado la campaña de la vendimia. Este año se esperan buenos resultados gracias a las lluvias de la primavera, que han favorecido una uva de mayor calidad y una producción más abundante respecto a campañas anteriores, muy condicionadas por la sequía.

El sector, sin embargo, se enfrenta a dos problemas que siguen poniendo en riesgo la rentabilidad de los viticultores: unos precios demasiado bajos, que en muchos casos no permiten cubrir costes, y la falta de mano de obra. Esta última dificultad es aún mayor esta temporada porque parte de la maquinaria continúa inservible tras la DANA y muchos trabajadores han sido desviados a labores de reconstrucción en las zonas más afectadas por las inundaciones.

Los agricultores valencianos prevén una buena vendimia pero con precios bajos

Mejores perspectivas que en 2023, pero con precios en origen muy bajos

Desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y La Unió Llauradora confirman que la cosecha será mejor en cantidad que la de 2023 y que se mantendrá la calidad de la uva, pero denuncian que los precios en origen siguen sin cubrir los gastos de los productores.“No hay motivos para que el kilo de uva se pague tan bajo teniendo en cuenta la buena calidad y los precios del vino en los supermercados”, lamenta Jacinto Murciano, de AVA-ASAJA.

La Bodega Rafael Cambra inicia la campaña el 1 de septiembre

Una situación que también vive de cerca Rafael Cambra, propietario de la Bodega Rafael Cambra, en Fontanars dels Alforins, e integrante de la Asociación de Viticultores y Productores de las Terres dels Alforins, que comenzará la vendimia el próximo lunes 1 de septiembre. A diferencia de otras comarcas, su zona no se ha visto afectada por la DANA.

“Estamos con los últimos muestreos y el lunes arrancamos la vendimia. La campaña se presenta algo mejor que la del año pasado, aunque la planta arrastra todavía los efectos de la sequía de ejercicios anteriores. Se nota que tiene memoria: cuando ha sufrido, después necesita guardar fuerzas. Ha llovido, la viña ha respirado, y eso nos da más optimismo”, explica Cambra.

Una cosecha optimista pese a las tormentas de verano

El bodeguero reconoce que las tormentas estivales han causado ciertos problemas puntuales.“En algunas parcelas hemos tenido ataques de mildiu, un hongo que aparece con la humedad, pero ha sido un daño secundario. En general la cosecha se mantiene en buen estado y si no llega ninguna tormenta fuerte afrontaremos la vendimia con optimismo”, asegura.

Precios y mano de obra, los retos del sector

Respecto al problema de los precios, Cambra matiza que en su caso la bodega trabaja principalmente con vino embotellado, lo que le protege de las oscilaciones del mercado.“El 70% de la uva es propia y el resto la compramos a agricultores con los que mantenemos una relación de largo plazo. Siempre intentamos pagar un poco más para que sea justo. Pero es evidente que lo que denuncian las organizaciones agrarias es real: los precios que se pagan por la uva en España son insostenibles”, subraya.

La otra gran dificultad es la escasez de temporeros. “En Fontanars tenemos cerca las cuadrillas que trabajan también en Yecla o Jumilla. Nosotros contamos con unas 400 personas que se encargan del manejo de cajas, tractor y labores de poda, y durante la vendimia sumamos 6 o 7 más para un mes de trabajo. Son cuadrillas con las que colaboramos todo el año, no solo ahora, y está claro que si no pagas bien no vienen. Hay que asegurarse de que estén dados de alta y que todo sea legal, porque si alguien ofrece precios demasiado bajos, seguramente está ahorrando en derechos laborales”, advierte Cambra.

Una llamada a valorar la viticultura y el paisaje rural

El bodeguero coincide con las asociaciones agrarias en que la mano de obra está cada vez más difícil de garantizar, pero insiste en que debe ser un empleo digno. Desde Comisiones Obreras del País Valencià, Vicente Garcés, responsable de acción sindical en la Federación de Industria, ha denunciado que las condiciones de muchos temporeros siguen siendo muy precarias: sueldos que apenas superan el salario mínimo, gran temporalidad, problemas para acceder a alojamiento y, en algunos casos, trabajo sin contrato ni alta en la Seguridad Social.

Cambra hace también un llamamiento a valorar la viticultura más allá de lo económico. “La viña no solo produce uva y vino. También mantiene el paisaje y fija población en el medio rural. Es fundamental que las nuevas generaciones no se desvinculen del campo. En nuestra zona tenemos bodegas abiertas todo el año, con visitas, senderismo y actividades. El vino puede ser también una forma de que la gente joven se acerque a la tierra. No podemos perder esa cultura porque lo que tenemos aquí es un paisaje muy valioso que debemos dejar a la siguiente generación”, concluye.