Alicante reabre la playa de la Albufereta para el baño tras el episodio de contaminación
Las analíticas, según informa el Ayuntamiento, "avalan la calidad del agua"

La playa de la Albufereta, este viernes / Radio Alicante

Alicante
Alicante abre al baño la playa de la Albufereta tras un día cerrada por valores anómalos de contaminación.
Se ha reabierto alrededor de la una de la tarde tras constatarse, según ha informado el Ayuntamiento de Alicante a través de las redes sociales, "la óptima calidad del agua en los nuevos análisis realizados tanto por la Conselleria de Medio Ambiente como por Aguas de Alicante". Las muestras, ha añadido, se han tomado en distintos puntos del arenal y "todas avalan la calidad del agua".
Ello después de toda una jornada en la que ha ondeado la bandera roja en una imagen poco habitual en esta época del año.
Alerta del Servicio de Calidad de Aguas
El Ayuntamiento de Alicante decidió este jueves cerrar al baño la playa tras recibir una alerta del Servicio de Calidad de Aguas de la Conselleria de Medio Ambiente en la que avisaba de la "detección de valores anómalos en algunos parámetros tras realizar una analítica rutinaria".
El Servicio de Calidad de Aguas de la Conselleria de Medio Ambiente ha repetido la analítica para constatar la vuelta a la normalidad en los parámetros de calidad del agua.
Como medida adicional el Ayuntamiento de Alicante encargó a Aguas de Alicante la inmediata comprobación del funcionamiento de todos los elementos de la red de saneamiento y alcantarillado de la zona de Albufereta, y han confirmado que no han encontrado ninguna incidencia, avería o rotura en las redes de saneamiento municipales que pudiera haber causado este episodio de contaminación.
Además, desde Aguas de Alicante han constatado que los sistemas de control y monitorización han funcionado con normalidad, sin detectarse niveles máximos en ningún bombeo, vertidos accidentales ni fallos en ninguna de las infraestructuras de saneamiento y depuración de la zona.
Asimismo, el equipo técnico realizó la supervisión e inspección "in situ" de todos los elementos que componen la red de saneamiento, incluyendo colectores, estaciones de bombeo, aliviaderos y conexiones, para garantizar doblemente el correcto funcionamiento del sistema y descartar cualquier posible incidencia que ya ha sido descartada.




