Realidad Virtual: un mercado que logra expandirse desde Alicante

Alicante

Cada vez son más los museos, centros escolares o empresas que deciden incorporar la tecnología de realidad virtual entre los servicios ofrecidos a sus clientes. Las herramientas que ofrece, además de ser atractivas para todo tipo de públicos, también resultan de interés para complementar la formación de empleados o la presentación de proyectos.

Según el estudio publicado por la compañía Telecoming, el sector español logró generar 102 millones de euros en el año 2023, mientras que para 2025 se estima que esta cifra supere los 230 millones de euros. Así pues, el mercado de la realidad virtual representa una oportunidad de negocio en el ámbito tecnológico actual.

Alicante es uno de los territorios desde donde más se está contribuyendo a la expansión. Un ejemplo de ello es Virtual Zone, una empresa nacida en 2019 como una sala de juego VR ubicada en la Plaza de los Luceros, donde se distribuían productos de ocio y entretenimiento creados por otros estudios.

Con la llegada de la pandemia, Enric Costa y Fran Amorós, sus fundadores, decidieron aprovechar las carencias en el mercado mundial para empezar a crear sus propios desarrollos y experiencias. Cinco años después, Virtual Zone ha logrado expandirse tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

Enric apunta a la sobredimensión del equipo de desarrollo como clave para alcanzar el crecimiento que han logrado estos últimos 9 meses y demostrar la calidad de su producto. Melbourne, Los Angeles, Dubai, San Antonio y Roma son algunos de los territorios donde ya se encuentran presentes.

A la espera de la apertura de seis centros más en Estados Unidos, la empresa prevé cerrar el año 2025 con una facturación de 3,5 millones de euros tras un crecimiento sostenido exclusivamente con capital propio.

'Invasion Alicante' fue el primeo de los videojuegos VR creados por la empresa, para el que se recrearon espacios emblemáticos de la ciudad en un futuro postapocalíptico. Gracias a su atractivo, han podido llegar a colaborar con empresas como Siemens en su división de salud o con AENA en los simulacros de incendios de aviones para la formación de bomberos, mediante la creación de productos hechos a medida.