El fichaje de Lukebakio por el Benfica abre la puerta para la continuidad de Carlos Álvarez en el Levante

Valencia

Las últimas horas de mercado se convierten en un hervidero de operaciones que se caen y se retoman, aparecen y desaparecen porque los clubes buscan sus mejores opciones deportivas dentro de sus márgenes económicos.

El Levante y el Benfica llevan varios días de negociaciones por Carlos Álvarez y el último intento se produjo en la noche de ayer tras la conclusión del partido que disputó el líder de la Liga lusa frente al Alverca.

El Benfica no estaba dispuesto a superar los 15 millones de euros fijos y con unas condiciones de pago aplazadas que no le encajaban a la entidad granota, que exigía 20 millones y con una liquidez inmediata para cerrar su propio mercado y destinar el 40% de los derechos económicos al Sevilla.

Precisamente, el club hispalense fue el que reaccionó durante la madrugada ante la falta de acuerdo entre el Levante y el Benfica, activando la operación de traspaso de Dodi Lukebakio y que si supera el reconocimiento médico alejará las posibilidades para que el club granota retome las negociaciones sobre su jugador franquicia y que podría quedarse en Orriols.

El Benfica ha firmado en las últimas 48 horas a Sudakov (Shakhtar Donetsk) por 27 millones de euros y a Lukebakio (Sevilla) por 22 millones de euros para reforzar varias posiciones de su frente de ataque y agota su capacidad para realizar una nueva operación de esta magnitud.

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