La creciente desafección de una gran parte de la población con la política

Alicante

Hay datos más que de sobra que ponen de manifiesto que la desafección de una gran parte de la población con la política es creciente, sobre todo entre los más jóvenes. Hemos visto este verano como la lucha contra los incendios, el traslado humanitario de menores emigrantes a la península o recientemente, la quita de la deuda de las autonomías se ha convertido en armas arrojadizas para una encarnizada lucha política. No se buscan puntos de encuentro para intentar avanzar, todo sirve como ariete para el quítate tú cuanto antes, que quiero ponerme yo.

Lo mismo, o peor, ocurre con la vivienda. En Alicante los precios siguen desbocados. Está claro que el mercado no se regula por sí mismo. Algo hay que hacer, pero ya sabemos que la ley nacional de vivienda no vale y por ello, en nuestra autonomía, no la aplica el PP. Pero ¿cuál es su alternativa?

Por unos o por otros, a muchas personas eso les termina por dar igual, toda esta desilusión les lleva a pensar que el sistema no sirve porque no soluciona sus problemas. Por tanto, si la democracia liberal no funciona vamos a cambiarla por otro sistema más autoritario, pero que nos dé seguridad o sensación de seguridad, aunque sea una impresión falsa.

Malos tiempos en los que el acuerdo es el enemigo a batir.

Precariedad laboral, economía sumergida y prácticas tan irregulares como repetitivas