Un estudio revela que la pandemia aumentó la gravedad y complejidad de las autolesiones en adolescentes
Uno de los datos más preocupantes del estudio es el adelanto en la edad de inicio de estas conductas

Entrevista a Xavier Sanz, prfesor de la Universidad Católica de Valencia en La Ventana Comunitat Valenciana (05-09-2025)
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Valencia
Aunque la prevalencia de las autolesiones no suicidas en adolescentes españoles no ha aumentado tras la pandemia, su gravedad y complejidad sí lo han hecho. Así lo revela un estudio dirigido por el profesor Xavier Sanz, de la Universidad Católica de Valencia, basado en una muestra de casi 4.000 jóvenes de entre 11 y 19 años.
En declaraciones a La Ventana Comunitat Valenciana, Sanz ha explicado que los adolescentes que se autolesionan utilizan más métodos y lo hacen por más motivos, lo que indica una mayor carga emocional detrás de estas conductas. “No hay más adolescentes que se autolesionen, pero los que lo hacen, lo hacen de forma más intensa y compleja”, ha señalado.
Uno de los datos más preocupantes del estudio es el adelanto en la edad de inicio de estas conductas, que en muchos casos se produce antes de los 12 años. “La literatura científica deja claro que cuanto antes empiezan, mayor es la gravedad, porque pueden cronificarse y derivar en conductas más graves”, ha advertido el investigador.
El malestar emocional, en el centro del problema
Sanz ha subrayado que las autolesiones no suicidas no son un fenómeno nuevo, sino una forma histórica de gestionar el sufrimiento. “Si uno rasca en la literatura o en la cultura, encuentra ejemplos desde los evangelios hasta Eurípides”, ha dicho.
Durante la pandemia, el sufrimiento emocional se intensificó: pérdida de seres queridos, aislamiento, miedo e incertidumbre. “Todos sentimos malestar en nuestra vida, pero no todos tenemos las mismas herramientas para regularlo. Algunos hacen deporte, otros hablan con amigos… pero los adolescentes que no tienen esas vías recurren a conductas como las autolesiones”, ha explicado.
¿Falta de educación emocional?
El estudio también apunta a una deficiencia en la educación emocional como uno de los factores que dificultan la autorregulación en los jóvenes. “No basta con enseñar a identificar emociones con caras tristes o alegres. Hay que enseñar desde pequeños qué hacer con lo que sienten, cómo calmarse, cómo entender que no todo es terrible”, ha afirmado Sanz.
Por ello, el profesor insiste en que los programas de prevención deben empezar mucho antes, no solo en secundaria o bachillerato. “Está bien que se hagan, pero hay que intervenir desde la infancia”, ha concluido.
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Jose Forés Romero
Redactor en Radio Valencia desde 2024, editor de 'La Ventana Comunitat Valenciana'. Ha trabado en distintos...




