Amics de la Malva aplaude el derribo de Casitas Rosas, pero pide participar en el nuevo diseño de la zona y que no se apueste por la 'turistificación'

València

La asociación vecinal Amics de la Malva celebra el plan anunciado ayer por la alcaldesa María José Catalá durante el debate sobre el estado de la ciudad para derribar las Casitas Rosas, una zona muy degradada con edificios muy antiguos, foco de delincuencia y venta de droga, pero exigen que los vecinos participen en el nuevo plan para el barrio y no se apueste por 'turistificar' esta zona.

El portavoz de Amics de la Malva, Pau Díaz, celebra el anuncio de la alcaldesa de que Aumsa encargará la redacción de un instrumento de planeamiento de reforma interior que defina una nueva reordenación y el realojo de las familias que viven en las Casitas Rosas y su posterior derribo.

Recuerda que es una reivindicación histórica y que la zona está muy degradada, aunque critica que el ayuntamiento no haya contado hasta ahora con los vecinos. Díaz considera imprescindible que el nuevo diseño de esta zona del barrio se haga con la participación vecinal.

Díaz añade que es fundamental diseñar bien cómo quedará la zona de las Casitas Rosas después de su derribo porque, teniendo en cuenta la cercanía del mar, se convierta en un barrio 'turistificado'.

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