La Confederación Hidrográfica del Júcar trabaja desde hace meses en el Sistema de Alerta Temprana (SAT) que reclama Mazón

València

Estamos hablando de un sistema que se alimenta de datos informáticos. En eso están desde hace meses los técnicos. De hecho, el SAT del Júcar se contrató por emergencia, y ya está operativo el módulo de previsiones de lluvias de toda la Demarcación del Júcar y en proceso el de estimación de los caudales de la cuenca del Poyo, del Magro y del tramo bajo del río Turia, desde la desembocadura de la presa de Buseo.

Con el apoyo de información proporcionada por AEMET y AVAMET, se trabaja en el desarrollo de distintos módulos predictivos, tanto meteorológicos como hidrológicos. También cuentan para su desarrollo con modelos del Centro de Ingeniería Hidráulica del Cuerpo de Ingenieros de EE.UU. (HEC-HMS) y el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia.

Todo este conjunto de datos se está integrando en la plataforma Delft-FEWS, con el fin de crear un visor operativo que facilite la anticipación en la toma de decisiones.

Lo que se contrata ahora es la extensión a toda la Demarcación del Júcar de la estimación de los caudales que circulan por toda la cuenca y la gestión de todos los embalses de la Demarcación. Tal y como licito en su día la Dirección General de Aguas dependiente del Ministerio.

Ya el pasado mes de junio, en la Comisión de Investigación del Senado, Francisco José Hijós, subdirector general de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras del Ministerio para la Transición Ecológica y exdirector técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro explicaba las diferencias entre unos sistemas y otros.

El de la cuenca del Ebro está diseñado para una cuenca con mucha agua. Una especie de sistema de semáforos que va abriendo y cerrando embalses para que laminen posibles avenidas. Nada que ver con la situación de una cuenca muy seca con puntas extraordinarias en algunos momentos.

El Sistema de Alerta Temprana (SAT) en las cuencas mediterráneas resulta de gran complejidad, dada la rapidez de respuesta hidrológica de sus cauces y barrancos. De hecho, los primeros sistemas de este tipo fueron desarrollados en los grandes ríos: Ebro, Tajo y Guadalquivir, precisamente por la mayor sencillez metodológica. Son ríos y cuencas más predecibles.

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