El verano de 2025, el más cálido en la Comunitat Valenciana desde que se tienen registros

València

Este verano ha sido el más cálido en la Comunitat Valenciana al menos, desde 1950, que es desde cuando tenemos registros. Así lo afirman los datos de Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que muestran que la temperatura media durante el verano climatológico, es decir, los meses de junio, julio y agosto, ha sido de 25,5ºC, 2,2ºC por encima de la media.

Destaca el mes de junio, que superó la temperatura habitual en casi cuatro grados, la mayor anomalía en un mes de la que se tiene registro. Todo ello lo explica Jorge Tamayo, delegado territorial de Aemet en la Comunitat Valenciana.

Este verano entra de pleno en una tendencia que ya se veía desde hace años. De los diez veranos más cálidos de los últimos 76 años (desde que se tienen registros), nueve han ocurrido en lo que llevamos de siglo. Cuatro de ellos han sido los cuatro últimos.

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No es solo que las temperaturas suban mucho, es que tampoco bajan. El número de noches tropicales (aquellas en las que los termómetros no bajan de 20ºC) no deja de subir, hasta el punto de que se superan las 100 en las tres provincias de la Comunitat. Hay más noches tropicales que días tiene el propio verano.

Un año hidrológico también muy cálido, pero más húmedo

Y no solo eso, este último año hidrológico, que comprende el período entre el 1 de octubre de 2024 hasta el próximo 30 de septiembre, ha sido el tercero más cálido hasta la fecha. El primero y el segundo, por cierto, fueron 2023 y 2022.

Este año, eso sí, ha sido más húmedo de lo habitual. Ha llovido un 22% más, aunque la tendencia, advierte Tamayo, es a que las precipitaciones se concentren cada vez más. Durante estos últimos 12 meses, la mayor parte de la lluvia ha caído en dos episodios concretos: uno es principios de marzo, con unas Fallas pasadas por agua y, el otro es, se lo imaginarán, la DANA del 29 de octubre.

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En esas grandes precipitaciones juega un papel relevante la temperatura del mar. Este año, también se han batido muchos récords históricos. Ahora mismo, de hecho, el agua está a 27 grados, cuando debería estar en torno a los 24. Aun así, Jorge Tamayo es prudente, y avisa: un mar demasiado caliente no implica necesariamente episodios de lluvias extremas como los de la DANA. Para ello, hace falta que converjan también otros factores.

Todos estos datos muestran una tendencia clara: los efectos del cambio climático ya están aquí y son palpables: más calor, más noches tórridas y unas lluvias mucho más concentradas. Tamayo advierte, la consecuencia principal es que va a ser mucho más difícil adaptarnos y reaccionar ante episodios extremos. Porque esto, además, es solo el principio.

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