AHSA califica de "chapuza" el estudio técnico presentado para reautorizar la caza nocturna de aves acuáticas en el sur de Alicante

La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente que autorice de nuevo la caza nocturna de aves acuáticas en los humedales del sur de Alicante. En nombre de los titulares de ocho cotos ubicados en los parques naturales de El Hondo y las Salinas de Santa Pola, la entidad ha pedido modificar los planes técnicos de ordenación cinegética para permitir la caza durante 45 minutos después de la puesta de sol. A su vez, la Federación de Caza también pide la supresión de una serie de regulaciones contempladas en estos documentos.

Frente a esta petición, el colectivo ecologista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante ha presentado alegaciones, al considerar que el estudio técnico que la acompaña carece de validez. Denuncian que contiene errores graves en su metodología y en los resultados obtenidos, y que no aporta pruebas que demuestren que la caza nocturna sea una modalidad selectiva. Desde la entidad recuerdan, además, que el pasado mes de enero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana dictaminó que los planes técnicos que autorizaban esta práctica no se ajustaban a derecho.

En sus alegaciones, la asociación cuestiona la validez del estudio técnico presentado por la Federación de Caza. Según denuncian, el planteamiento del trabajo de campo está muy alejado de las condiciones reales en las que se practica la caza de aves acuáticas. Desde el colectivo ecologista señalan que los cazadores de esta modalidad no utilizan prismáticos para identificar a las piezas antes de disparar, tal y como se plantea en el estudio. Además, advierten que tampoco se tiene en cuenta el escaso margen de tiempo para realizar esa identificación, ya que habitualmente se dispara a aves en vuelo, disponiendo apenas de unos segundos y en condiciones de luz cada vez más limitadas. Por todo ello, consideran que la metodología empleada invalida cualquier intento de demostrar que la caza nocturna puede ser selectiva.

Amigos de los Humedales ha señalado también errores significativos en la identificación de especies incluidas en los censos de aves del estudio. Entre ellos, destacan la confusión entre la grajilla occidental, una especie común en los humedales del sur de Alicante que forma dormideros al atardecer, y la graja, un ave de mayor tamaño cuya presencia en la península ibérica se limita a una pequeña zona agrícola en la provincia de León.

Por otra parte, la organización ecologista considera poco creíbles algunas de las medidas propuestas en el documento, como la suspensión de la jornada de caza en noches con niebla o nubosidad, la realización de cursos de formación para cazadores o la implementación de sistemas de vigilancia y autocontrol. Afirman que estas propuestas resultan contradictorias, especialmente teniendo en cuenta que la Federación de Caza ha solicitado, al mismo tiempo, la eliminación de regulaciones actualmente recogidas en los planes técnicos de ordenación cinegética.

Los ecologistas consideran que este documento busca legitimar un burdo y chapucero intento de perpetuar una modalidad de caza que ha causado un daño grave a una especie prácticamente extinguida: la cerceta pardilla. En este sentido, explican que la población de esta ave en el sur de Alicante se mantiene apenas gracias a las liberaciones periódicas de ejemplares criados en cautividad. Además, advierten que la caza de aves acuáticas en esta zona se lleva a cabo en ecosistemas muy vulnerables, en parajes protegidos por leyes valencianas, estatales y europeas. Por eso, recuerdan que la Generalitat Valenciana tiene la responsabilidad y el deber de proteger el patrimonio natural frente al interés económico de particulares.