Las 'Kellys' vuelven a denunciar: "El trabajo sube, las nóminas bajan, la ansiedad es diaria"

Valencia

Las camareras de piso han vuelto a salir a la calle. Lo han hecho en Benidorm, epicentro turístico de la Comunitat Valenciana, para denunciar una situación que, según afirman, se ha agravado este verano. “La explotación y la sobrecarga de trabajo nos han colmado”, asegura Lorena, miembro del comité de empresa del hotel Sol Meliá Pelícanos.

Tras años sin movilizaciones visibles, aunque con reivindicaciones constantes, el colectivo ha decidido retomar las protestas. “Nos reunimos con la empresa, pero no obtenemos respuestas. Todo se queda sobre la mesa, todo son promesas de tiempo, y el tiempo pasa. Ya estamos en octubre y seguimos igual”, lamenta Lorena.

La protesta no se dirige únicamente a una cadena hotelera, sino que, según explica, afecta a toda la patronal. “Yo trabajo en Meliá, pero en la manifestación había compañeras de otros hoteles. Esto es generalizado en Benidorm”, afirma.

Entre las principales demandas, destaca el reconocimiento de su trabajo como penoso, por las condiciones físicas y mentales que enfrentan a diario. “Trabajamos con pastillas, ibuprofeno, con ansiedad, con dolores musculares, de espalda, de hombros, de manos… ¿Cómo no va a ser un trabajo penoso?”, se pregunta.

Lorena describe jornadas en las que deben limpiar más de veinte habitaciones, muchas de ellas en condiciones extremas. “Trabajamos en la zona de los ingleses. Vienen a montar la fiesta y nosotras limpiamos lo que parece un campo de batalla. Nos toca quitar la mierda. Y eso no se refleja ni en las nóminas ni en el reconocimiento. El trabajo sube y las nóminas bajan”, denuncia.

La situación, dice, ha generado un malestar creciente entre las trabajadoras. “La ansiedad es diaria. No podemos más. Por eso hemos dicho basta”.

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