Un muro de 30 metros divide Ciutat Vella para denunciar la turistificación de València

València

‘El Muro–Individuo Dividido’ es el título de una acción artística que busca ir más allá de la denuncia. Uno de sus promotores, que prefiere mantenerse en el anonimato tras haber sufrido amenazas por su implicación en la defensa del barrio, explica que el objetivo es “invitar a la reflexión”.

A su juicio, la administración ha perdido el control sobre el turismo, lo que ha provocado la llamada “turistificación”. Ciutat Vella, denuncia, se ha convertido en una especie de parque temático en el que desaparece el comercio tradicional y se impone un modelo de negocio pensado por y para el visitante. Como ejemplo, asegura que incluso el tradicional almuerzo valenciano está en peligro.

Para visibilizar esta realidad, un muro físico de 30 metros divide la calle del Hospital en dos mitades: en un lado, la València del turismo; en el otro, la València vecinal. Con turistas, sí, pero también con vida de barrio. La instalación estará disponible hasta mañana y obliga a quien pase por allí a decidir “de qué lado está”.

En medio de esa separación se levanta el Puente de Palabras, una rendija que permite cruzar postales al otro lado del muro. Un gesto simbólico que representa la necesidad de diálogo para frenar el modelo de turismo masivo y avanzar hacia uno más respetuoso con la ciudad.

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