La derrota frente al Teruel sentencia a Rubén Torrecilla como entrenador del Hércules

Alicante

El Hércules volvió a caer una vez más. Ya son cuatro derrotas en apenas seis jornadas, la última ante el Teruel por 2-1 (Teddy y Manel Royo; Galván), en el encuentro correspondiente a la sexta fecha del grupo 2 de Primera Federación. La situación se ha vuelto insostenible.

El equipo suma tres semanas consecutivas en puestos de descenso directo a Segunda Federación y, para colmo, esta jornada ha caído hasta la última posición de la tabla.

Los números ya son alarmantes: cuatro puntos de 18 posibles, con un balance de cuatro derrotas, un empate y una única victoria, la lograda ante el Tarazona en el Rico Pérez.

Tras la derrota en Teruel, ya se han producido varias conversaciones entre Paco Peña y Enrique Ortiz, sin olvidar a un tercer actor —discreto pero influyente en el área deportiva— que también participa en las decisiones. Sobre la mesa está la medida más dura para el propietario: destituir a su “cortafuego”, aquel que le devolvió la calma y la posibilidad de volver al estadio sin reproches desde la grada.

La figura de Rubén Torrecilla, hasta ahora protegida por la gratitud de Ortiz, empieza a tambalearse. Su compromiso y su dedicación no se discuten, pero los resultados mandan, y el Hércules se ha instalado en una dinámica peligrosa que amenaza con romper la paciencia de todos. En el entorno del club ya se percibe un clima de resignación mezclado con preocupación: la sensación de que el equipo no reacciona y que el mensaje del técnico ha perdido fuerza en el vestuario.

La plantilla tiene potencial más que suficiente para pelear por los puestos de playoff de ascenso a la Liga Hypermotion. Sin embargo, el trabajo de Rubén Torrecilla, sus planteamientos y la intensidad que dedica al día a día no están dando los frutos esperados. El equipo no logra ganar, no transmite solidez defensiva ni frescura ofensiva, y, lo más preocupante, no muestra la cohesión ni la identidad de otros años.

Destitución

A partir de aquí, tras tocar fondo, se abren varios escenarios antes de que la decisión sea oficial. El primero pasa porque, durante el viaje, Torrecilla reciba la llamada del propietario comunicándole que la situación es ya insostenible y que no queda otra salida que su relevo.

Otra opción es que la llamada se produzca a la llegada del equipo, con una reunión inmediata entre la propiedad y el entrenador para cerrar el cambio.

También cabe la posibilidad —una fórmula que el club ha repetido en otras ocasiones— de que el encuentro tenga lugar a primera hora de la mañana en las oficinas del Rico Pérez, y que, tras la reunión, la plantilla sea informada directamente del cese del técnico.

Mientras tanto, desde la dirección deportiva ya se habrían iniciado los primeros contactos con varios entrenadores para conocer su disponibilidad y disposición a asumir el banquillo, manteniendo intacto el objetivo marcado desde el inicio de la temporada: pelear por el ascenso a la Liga Hypermotion.

Partido

Sobre el partido, poco que contar. Mismos errores, misma disposición, mismo resultado. Solo se pueden rescatar los primeros veinte minutos, en los que el equipo ofreció una imagen renovada, más intensa y con intención de dominar. Sin embargo, tras encajar el primer gol, el Hércules se desdibujó por completo.

En la segunda mitad, tiró de orgullo, pero le faltaron piernas y claridad. Solo el pase de Soldevila en la asistencia del gol de Galván sirve para rescatar algo positivo de un encuentro que, una vez más, deja más sombras que certezas.