LA UNIÓ alerta sobre el aumento de destríos en el caqui de la Vall d’Albaida si no se autorizan más fitosanitarios
El aumento de plagas y la escasez de productos autorizados elevan los costes y amenazan la rentabilidad de los agricultores
Paco Benavent: “En la Vall d’Albaida, los tratamientos son cada vez más frecuentes y costosos”
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La Vall d'Albaida
La Unió Llauradora i Ramadera ha advertido que el caqui de la Vall d’Albaida podría sufrir pérdidas cada vez mayores si no se amplía la autorización de productos fitosanitarios para combatir plagas como el cotonet, la mosca blanca o los trips, que ya están generando importantes destríos en los cultivos y elevando los costes de producción.
Plagas resistentes y costes crecientes en el cultivo
Paco Benavent, secretario de Organización de LA UNIÓ, explicó que la escasez de productos eficaces ha provocado que las plagas desarrollen resistencia, haciendo cada vez más difícil su control. “A nivel de la Vall d’Albaida, incluso en la Costera, un cultivo convencional puede necesitar hasta 5 o 6 tratamientos, y en algún caso 7. En ecológico, hablamos de 10 u 11 intervenciones con el tractor”, señaló, subrayando que los costes de producción se disparan y la rentabilidad se ve gravemente afectada.
Benavent destacó que la solución no se limita al precio de venta, sino que es crucial conocer realmente los kilos comerciales que se obtienen por parcela. La falta de fitosanitarios eficaces hace urgente que se concedan autorizaciones excepcionales de manera ágil y zonal para el uso de nuevas materias activas, y que se combine esta estrategia con la lucha biológica, que por sí sola no resulta suficiente para garantizar la viabilidad del cultivo.
Solicitud de autorizaciones excepcionales y lucha combinada
LA UNIÓ reclama autorizaciones excepcionales de materias activas que permitan gestionar eficazmente las plagas y reducir los destríos, así como un registro único de fitosanitarios en toda la Unión Europea para asegurar la reciprocidad con otros países competidores. Benavent destacó que la falta de productos disponibles hace urgente que estas autorizaciones sean ágiles y zonales, especialmente en cultivos minoritarios como el caqui.
A esto se suma la necesidad de fomentar la lucha biológica, aunque combinada con fitosanitarios, ya que por sí sola no garantiza la viabilidad del cultivo. “Esto obliga a realizar una inversión considerable en fauna útil, que todavía no es suficientemente eficaz, y a combinarla con los pocos fitosanitarios que disponemos, que además cada vez resultan más caros”, afirmó Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.
Carles Peris: “El aumento de plagas eleva los costes y amenaza la rentabilidad del caqui”
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En el inicio de esta campaña, se espera una cosecha normal, superior a las 300.000 toneladas, con frutos de buen calibre gracias a las lluvias de primavera y recientes, aunque algunos daños localizados por pedrisco han afectado determinadas zonas. Sin embargo, las altas temperaturas prolongadas han provocado estrés hídrico, un riesgo que actualmente no cubre el seguro agrario, y que LA UNIÓ solicitará que se contemple.
Cosecha y precios: un futuro condicionado por las plagas
La superficie cultivada de caqui en la Comunitat Valenciana ha disminuido un 20% en los últimos seis años, pasando de 18.500 a 14.000 hectáreas. Pese a ello, Peris se mostró optimista: “El futuro del caqui depende de controlar las plagas y garantizar la rentabilidad. Es una fruta muy apreciada en los mercados internacionales y tiene futuro si logramos reducir las pérdidas, diversificar mercados y fomentar el consumo”.
Actualmente, los precios en campo se sitúan entre 0,50 y 0,65 € por kilo, lo que representa un aumento respecto al año pasado, aunque desde LA UNIÓ advierten que recibir menos de 0,60 € no sería sostenible dadas las crecientes inversiones para combatir las plagas.
Tomás Marín
(Xàtiva, 2000) Graduado en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche, soy redactor de...
