Suelta de 36 tortugas bobas en la playa de La Marina, en Elche fruto de las puestas del verano pasado
De esta manera se consigue incrementar considerablemente sus opciones de supervivencia
Elche
La playa de La Marina, en Elche, ha sido escenario este martes de la suelta al mar de 36 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), en un acto organizado por la Fundación Oceanogràfic en colaboración con el Ayuntamiento de Elche y en el que han participado varios escolares del CEIP La Marina
Se trata de tortugas nacidas el verano pasado en las costas ilicitanas, procedentes de las puestas de varias hembras que eligieron las playas del municipio para desovar. El verano de 2024 situó a Elche como uno de los puntos clave de anidación de tortuga boba en la Comunidad Valenciana, con dos nidos localizados en Arenales del Sol. El primero se detectó a mediados de junio y, días después, se encontró un segundo en la misma zona, confirmando el valor ecológico de la costa ilicitana para esta especie.
Tras la eclosión de los huevos, parte de las crías fueron trasladadas al Oceanogràfic de València, donde han permanecido algo más de un año bajo cuidados especializados como alimentación adaptada, control ambiental y atención veterinaria.
Esta técnica, conocida como head-starting, permite aumentar las posibilidades de supervivencia de las tortugas hasta un 99%, ya que durante sus primeros meses de vida son especialmente vulnerables a los depredadores y a las condiciones del medio marino.
La suelta de hoy forma parte del programa de conservación de esta especie amenazada que desarrollan de manera conjunta la Fundación Oceanogràfic, la Conselleria de Medio Ambiente y los ayuntamientos del litoral valenciano.
La tortuga boba es una especie marina protegida y catalogada como vulnerable a nivel mundial por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sus principales amenazas son la contaminación marina, las capturas accidentales en artes de pesca, la pérdida de playas naturales y el cambio climático, que puede alterar la temperatura de la arena y afectar al desarrollo de los huevos y al equilibrio de sexos entre las crías.
En los últimos años, las costas del sur de la Comunitat Valenciana, y especialmente las de Elche, han registrado un incremento significativo de nidos de tortuga boba, lo que confirma que el Mediterráneo occidental se está consolidando como una zona habitual de nidificación para esta especie.
