El medallista Orlando Ortega anuncia su retirada del atletismo: “Llega el momento de decir adiós”
El vallista español, subcampeón olímpico en Río 2016 y ligado en sus inicios a Ontinyent, pone fin a su carrera

Orlando Ortega consigue la medalla de plata en 110 m vallas. La presea puso fin a 12 años de sequía en el caladero olímpico del atletismo español. / Julian Finney (GETTY)

Ontinyent
Orlando Ortega, subcampeón olímpico de 110 metros vallas en Río 2016, ha anunciado este lunes su retirada definitiva de las pistas tras una nueva lesión que le ha impedido regresar a la competición. En un extenso comunicado publicado en sus redes sociales, el vallista, nacido en Artemisa (Cuba) hace 34 años y nacionalizado español en 2015, se despide “con la cabeza en alto, orgulloso” de una carrera plagada de éxitos y marcada por una profunda entrega al atletismo.
Ortega, que también consiguió la medalla de bronce en el Mundial de Doha 2019 y en el Europeo de Berlín 2018, se marcha como plusmarquista nacional de los 110 metros vallas con un tiempo de 13.04 segundos, récord que sigue vigente.
“Me retiro con la cabeza en alto, orgulloso de mi carrera deportiva”
En su emotiva carta, Orlando Ortega explicó que una nueva lesión ha precipitado una decisión que, aunque inevitable, afronta con serenidad y gratitud. “El sufrimiento tiene un límite, no siempre se puede poner la salud en juego ni pasarlo mal por no poder hacer lo que tanto me apasiona”, escribió. “Lamentablemente, no pudo ser, pero me quedo con la satisfacción de haberlo intentado. Me despido de la alta competición, mas no del amor por este deporte”.
El atleta aseguró que se retira “lleno de momentos inolvidables”, consciente de haber cumplido su sueño. “Mi amor por este deporte es tan grande que sería capaz de sacrificar mi vida entera, pero no puedo seguir siendo egoísta ni conmigo mismo ni con mi familia. He aprendido lo suficiente como para entender que, a pesar de haber sido por una lesión, este es el mejor momento para decir adiós”.
Agradecimientos y recuerdos: familia, entrenadores y Ontinyent
Ortega dedica buena parte de su mensaje a agradecer a quienes le acompañaron en su trayectoria. Menciona a sus padres, Vianca y Orlando, por “criar a un guerrero que nunca se ha dado por vencido”, y a su tierra natal, Artemisa, “donde di mis primeros pasos”. También tuvo palabras muy sentidas para su abuela y su entorno familiar, quienes lo inspiraron desde la distancia.
Uno de los pasajes más destacados del comunicado es el dedicado a la ciudad valenciana de Ontinyent, a la que considera su segundo hogar. “Ontinyent, un pueblo minúsculo y lleno de calidad humana, me acogió como uno más y lograron hacerme sentir como en casa”, escribió. Agradeció especialmente al entrenador Toni Martos por su trabajo y apoyo, incluso en los momentos más complicados: “Gracias por ayudarme a controlar mi mente y mis emociones, y por estar siempre a mi lado”.
También mostró su gratitud a la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), al Consejo Superior de Deportes (CSD), y a su equipo técnico, entrenadores y directivos que hicieron posible su desarrollo desde su llegada a España.
Una carrera brillante marcada por la constancia y el sacrificio
Orlando Ortega cierra así una etapa brillante en la historia del atletismo español. Tras debutar internacionalmente con Cuba, cambió de nacionalidad en 2015 y, apenas un año después, conquistó la plata olímpica en Río de Janeiro 2016, convirtiéndose en una de las grandes figuras del deporte español. Su carrera se consolidó con los podios en Doha 2019 y Berlín 2018, además de su participación en múltiples ediciones de la Liga de Diamante.
En su despedida, Ortega también tuvo palabras para su esposa y su hijo, a quienes considera su mayor motivación: “A mi esposa y mi hijo, los amo con locura; al final lo hemos conseguido. Gracias a ti he logrado la medalla más grande de este mundo, el trofeo más valioso del universo, nuestra hermosa hija”.
“La leyenda continúa”
Pese a su retirada, Ortega deja claro que su historia con el atletismo no termina aquí: “La leyenda continúa, aunque la historia de mi carrera deportiva se escriba en otro capítulo”.
El vallista cierra su carta con una reflexión: “Me llevo conmigo el orgullo de poder mirar hacia atrás y ver que he luchado con pasión. No me quedará el dolor de no haberlo intentado, sino la alegría de haberlo dado todo. Si de algo me siento orgulloso es de haber cumplido un sueño que parecía imposible”.

Tomás Marín
(Xàtiva, 2000) Graduado en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche, soy redactor de...




