Lecciones de la DANA

Alicante

Si recuerdan, tras la DANA de Valencia del pasado 29 de octubre se puso de manifiesto la necesidad de construir nuevas infraestructuras que nos defiendan de las grandes trombas de agua. Pero también los expertos nos contaron que, ante la magnitud de estos episodios, había que replantearse el funcionamiento de las existentes.

Y, a la vez, es una obviedad que es necesario extremar la limpieza de las infraestructuras que ya tenemos. Por ejemplo, el Barranco de las Ovejas, que se ha colmatado con fangos con el paso de los años. Según denuncian los vecinos, entre unas y otras administraciones —Ayuntamiento, Generalitat y Confederación Hidrográfica— se pasan la pelota y no se lleva a cabo esa necesaria actuación.

Estos días el secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, contaba en las redes que la misma actuación que se llevó a cabo en el Barranco de las Ovejas tras la riada de 1982 es lo que se debería haber hecho en el Barranco del Poyo.

Bien, regodearnos con lo que no hicieran pasadas administraciones de todos los colores políticos a lo largo de la historia tiene poco sentido. Sí lo tiene, cuidar de lo que ya tenemos para que cumpla con su función.

La calle no es de Mazón