El promotor de la línea Almansa–Montesa abandona el proyecto y entra en concurso de acreedores
La plataforma vecinal continuará las acciones judiciales para anular la declaración de impacto ambiental y la autorización administrativa previa

Declaraciones Santiago Gasset en "Hoy por Hoy Xàtiva".
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Moixent
La reunión celebrada este lunes en la Cooperativa del Campo de Moixent ha dejado un giro inesperado en uno de los proyectos energéticos más controvertidos de la comarca. La empresa Figsel - Trade, filial de la multinacional francesa AKUO y promotora de la planta fotovoltaica de Almansa y de la línea de alta tensión Almansa–Montesa, ha entrado en concurso de acreedores y abandona la iniciativa.
Pese a esta retirada, la plataforma ciudadana ha decidido mantener las acciones judiciales en curso, ya que no descarta que el proyecto pueda ser vendido a otra empresa y retome su tramitación. En septiembre, tres de las asociaciones integrantes —Acció Ecologista - Agró, ASVONA y Montesa Territori Viu— presentaron una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid solicitando la anulación de la Declaración de Impacto Ambiental y de la Autorización Administrativa Previa.
Además, la plataforma pedirá a la administración que ejecute el aval presentado por Figsel - Trade, como medida de garantía.
Nuevas acciones por la subestación de Montesa
Paralelamente, Montesa Territori Viu y Acció Ecologista - Agró han presentado otro contencioso en el mismo tribunal contra la ampliación de la subestación de Montesa, al no haberse realizado una evaluación de impacto ambiental. Según las asociaciones, esta infraestructura es clave para conectar múltiples proyectos renovables en la comarca y zonas limítrofes, por lo que exigen que cuente con un estudio ambiental riguroso. Para afrontar los gastos judiciales, se ha abierto una campaña de recaudación de fondos.
Más proyectos sobre la mesa
El colectivo también ha alertado sobre otros proyectos que amenazan la zona, como las plantas fotovoltaicas de AQUAMED en Llanera de Ranes y Moixent. La primera ya ha iniciado su tramitación, mientras que la segunda está pendiente de publicarse. La plataforma cuestiona la viabilidad de estas instalaciones, sobre todo mientras la Balsa de San Diego continúa sin funcionamiento.
También temen que parte de la estrategia consista en detraer derechos de riego en Llanera y Moixent para alimentar el trasvase Júcar - Vinalopó.
A estos se suman otros proyectos en fase inicial que podrían afectar a la agricultura y al entorno rural, como los parques eólicos de la Solana de Moixent, la Presa de Montesa o el futuro hidroducto de hidrógeno.
La plataforma vecinal mantiene su hoja de ruta legal y su oposición a un modelo de transición energética que, aseguran, “no tiene en cuenta la realidad ni las necesidades de la comarca”.




