Fármacos al alcance: el riesgo que vive en casa
Con Laura Fuentes de la UPCCA y Nacho González de la UCA

Laura Fuentes y Nacho González
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Villena
Hoy hablaremos de un tema silencioso, pero presente en muchos hogares: los fármacos que guardamos en casa y el fácil acceso que a veces los jóvenes tienen a ellos. Medicamentos para dormir, calmar la ansiedad o aliviar dolores, que muchas veces se conservan sin control y sin pensar en los riesgos.
La cultura del alivio inmediato
Hoy parece que siempre hay una pastilla para todo. ¿Cómo influye esa cultura del "alivio rápido" en los jóvenes?
Vivimos en una sociedad que busca respuestas inmediatas. Dolor, tristeza, ansiedad, insomnio... y la solución es "tomar algo". Los chicos crecen viendo eso. Aprenden que el malestar no se gestiona, se elimina.
Y cuando eso se combina con la disponibilidad de fármacos en casa, el riesgo aumenta.
Desde la prevención vemos que muchos adolescentes acceden a medicación sin receta por curiosidad o por buscar alivio rápido al estrés o la ansiedad.
Datos que preocupan
Según datos oficiales de la Conselleria de Sanitat en el Pla Valencià de Salut Mental i Addiccions 2024-2027, basados en la encuesta ESTUDES 2021, un 8,9 % de adolescentes valencianos de entre 14 y 18 años consumió tranquilizantes sin receta en el último mes. Y si sumamos los casos con y sin receta, el porcentaje asciende al 15,6 %, el más alto de toda España.
Es un dato muy significativo. Nos habla de una realidad que no siempre se ve: el acceso doméstico a psicofármacos, muchas veces sin control ni conciencia del riesgo.
¿Y estos consumos se detectan fácilmente en las familias?
No siempre. Muchos padres piensan que, al ser medicamentos "legales", no son peligrosos.
Pero sin control médico, pueden causar dependencia, efectos secundarios graves e incluso intoxicaciones.
Qué podemos hacer desde casa
Primero, revisar y guardar correctamente los medicamentos. No dejar cajas abiertas ni pastillas accesibles.
Segundo, eliminar los fármacos vencidos o los que ya no se usan.
Y sobre todo, hablar del tema. No desde la prohibición, sino desde la confianza y la información.
El diálogo es fundamental: explicar qué son los medicamentos, por qué deben tomarse solo con indicación médica y qué riesgos existen al usarlos por cuenta propia.
Los fármacos son herramientas útiles, pero también pueden ser una puerta de entrada al consumo indebido si no se controlan.
Cuidar no solo es acompañar: también es supervisar, informar y educar.




