La gran estafa de la homeopatía: placebo a precio de polvo de estrellas
A pesar de las evidencias científicas y de las declaraciones de las autoridades y organizaciones sanitarias más serias del mundo, esta pseudociencia sigue utilizándose de forma legal como una terapia autorizada y es suministrada en las farmacias de países desarrollados
No vamos a contar mentiras: «La gran estafa de la homeopatía: placebo a precio de polvo de estrellas»
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Alicante
Se considera que la homeopatía nació en 1796 como una propuesta terapéutica formulada por el médico alemán Samuel Hahnemann. Este médico cuestionaba algunos procedimientos terapéuticos que consideraba más dañinos que beneficiosos, como las sangrías, y sentía inquietud por mejorar las herramientas terapéuticas disponibles en el siglo XVIII.
Monumento al Dr. Samuel Hahnemann, fundador de la homeopatía (Washington DC, Massachusetts Ave., Scott Circle)
Monumento al Dr. Samuel Hahnemann, fundador de la homeopatía (Washington DC, Massachusetts Ave., Scott Circle)
Probando en sí mismo una sustancia obtenida de la planta Cinchona officinalis (la quinina), encontró que este producto le generaba síntomas similares a los que produce la malaria (fiebre, escalofríos, …). Esto lo llevó a postular un principio curativo: "Lo que puede producir un conjunto de síntomas en un individuo sano, puede tratar a un individuo enfermo que manifiesta un conjunto similar de síntomas", que se resume en: “Lo similar cura lo similar” (similia similibus curantur). Este principio se convirtió en la base de un enfoque terapéutico al que llamó homeopatía (del griego ὅμοιος [hómoios], ‘igual’, y πάθος [páthos], ‘enfermedad’).
Esta simpleza, entendible en el contexto del siglo XVIII, es insostenible en nuestros días, en los que la medicina científica impone serias normas para la comercialización de sustancias terapéuticas y exige evidencias claras de efectividad de estas, además de un análisis muy detallado de la composición de los productos farmacéuticos.
Sala del Hahnemann Homeopathic Hospital, 42 Hope Street, Liverpool (Inglaterra), circa 1910
Sala del Hahnemann Homeopathic Hospital, 42 Hope Street, Liverpool (Inglaterra), circa 1910
Estudios a gran escala han demostrado que los productos homeopáticos no son más efectivos que los placebos, lo que indica que cualquier sensación positiva posterior al tratamiento solo se debe al efecto placebo y la recuperación normal de la enfermedad. La inocuidad de estos compuestos y los intereses económicos vinculados a su comercialización, son la razón que sustenta la continuidad y popularidad de esta pseudoterapia.
Sinopsis de la refutación
La homeopatía es una pseudociencia: una creencia que es presentada falsamente como ciencia. También debe designarse como “pseudoterapia” ya que está ampliamente demostrado que las preparaciones homeopáticas no son más efectivas que los placebos y no sirven para tratar ninguna enfermedad.
Como se ha dicho arriba, la base de la homeopatía es el principio de que «lo similar cura lo similar», que sostiene que una sustancia que causa los síntomas de una enfermedad en personas sanas curará lo similar en personas enfermas. Pero para obtener el efecto curativo, la sustancia debe administrase en concentraciones muy, muy bajas. Tan bajas que en la mayoría de los preparados no llega a haber una sola molécula del supuesto agente causante del problema o sustancia terapéutica.
La dilución homeopática (llamada «dinamización» o «potenciación») es un proceso en el que el producto se diluye con alcohol o agua destilada y luego se agita vigorosamente sobre una superficie elástica mediante un proceso llamado «sucusión». Los sólidos insolubles (como el cuarzo y la concha de ostra), se diluyen moliéndolos con lactosa (trituración). Se considera que cuanto más diluida está una sustancia, mayor es la potencia del preparado. La agitación vigorosa de las soluciones altamente diluidas, se supone que activa la «energía vital» de la sustancia.
Las diluciones homeopáticas se preparan generalmente siguiendo una escala centesimal (identificada en los productos con una C), aunque hay preparaciones en escala decimal (identificados con X o D). La mayoría de los compuestos tienen una potencia mayor a C10, lo que significa que 1 parte de compuesto original es inicialmente diluido en 100 partes de diluyente y esto se va repitiendo secuencialmente con el producto diluido hasta diez veces (1/100 corresponde a C1).
Hahnemann defendía diluciones de 30C para la mayoría de los propósitos (es decir, dilución por un factor de 1060) y usaba regularmente diluciones de hasta 300C. En la época de Hahnemann, era razonable asumir que las preparaciones podían diluirse indefinidamente, ya que el concepto de átomo o molécula como la unidad más pequeña posible de una sustancia química apenas comenzaba a reconocerse. Ahora se sabe que la mayor dilución que es razonablemente probable que contenga una molécula de la sustancia original es 12C, si se parte de 1 mol de la sustancia original.
Aunque la inefectividad de un compuesto físicamente inexistente en un preparado parece una obviedad, demostrar esto científicamente ha tenido más dificultad de la sospechada debido al efecto placebo. Las primeras revisiones sistemáticas y metaanálisis de ensayos clínicos que evaluaron la eficacia de los remedios homeopáticos en comparación con placebo mostraban resultados poco convincentes. Esto se debía principalmente a errores metodológicos en los estudios primarios analizados, en los que existía un marcado sesgo de publicación que debilitaba las conclusiones de los análisis originales. Desde el comienzo del siglo XXI se han llevado a cabo numerosos estudios y revisiones sistemáticas para aportar evidencia científica sobre la efectividad de la homeopatía, siempre comparando con el efecto placebo. Estos estudios se han realizado para diferentes especialidades médicas y patologías y las conclusiones son firmes respecto a que los efectos clínicos de la homeopatía son claramente efectos placebo.
La persistencia de la práctica homeopática, a pesar de la evidencia de que no funciona, se ha criticado como no ética debido a que desalienta el uso de tratamientos efectivos. Las organizaciones sanitarias más relevantes del mundo (incluida la OMS) han criticado el uso de la homeopatía y recomiendan que nadie la utilice como tratamiento frente a una enfermedad o como una medida de salud preventiva. Dichas organizaciones informan que no existe evidencia de que el tratamiento homeopático sea efectivo, pero que existe evidencia de que usar estos tratamientos produce daño y puede conllevar riesgos de salud indirectos al retrasar tratamientos eficaces.
Pero a pesar de las evidencias científicas y de las declaraciones de las autoridades y organizaciones sanitarias más serias del mundo, la homeopatía sigue utilizándose de forma legal como una terapia autorizada y es suministrada en las farmacias de países desarrollados, lo que lleva a planteamientos importantes sobre ética profesional. Michael Baum, profesor emérito de cirugía y profesor invitado de Humanidades médicas del University College de Londres (UCL), ha descrito a la homeopatía como un «cruel engaño» y muchos científicos calificamos de estafa la venta de productos homeopáticos y consideramos que los farmacéuticos violan su código ético al no proveer a sus pacientes de la «información relevante y necesaria» sobre la verdadera naturaleza de los productos homeopáticos que promocionan y venden. Algunos tratamientos homeopáticos están cubiertos por los servicios de salud pública de varios países europeos. En España, el 30 de abril de 2018, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) anunció la publicación de los requisitos mínimos y el procedimiento para que los productos homeopáticos se adecuaran al registro previsto por el Parlamento y Consejo Europeo.
Con ese propósito la AEMPS publicó una lista de 2.008 productos que debían ser evaluados para su autorización. De ellos, se han autorizado 976 que pueden administrarse en farmacias. Estos productos están autorizados porque cumplen con normativas de composición, seguridad y envasado, pero esta circunstancia es engañosa, ya que el verdadero contenido de los productos es simplemente diluyente (agua, alcohol o lactosa). Ante esto, la declaración de algunos farmacéuticos como Carlos Alonso Garre y colaboradores en su artículo de 2018 pone en evidencia que la regulación realizada por la AEMPS tiene una carencia que corresponde al aspecto ético de la dispensación de fármacos. Estos productos carecen de eficacia por lo que no es ética su dispensación en farmacias, ya que con ello se contribuye a generar falsas expectativas de salud al paciente y, en muchos casos, a que éste abandone el tratamiento prescrito con fármacos eficaces y autorizados.
Referencias
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Listados de productos homeopáticos retirados y medicamentos homeopáticos de uso humano incluidos en la Resolución de la AEMPS de 29 de octubre de 2018
Alonso C, Cal R, García A, García B, Muñoz N, Rey N, Montero JA, Alonso ML. Dispensación de medicamentos homeopáticos. Farm Comunitarios 10 (Suplemento 1):125. 2018.
BOE-A-2007-19249. Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente. Ministerio de Sanidad y Consumo.
Véanse también las siguientes entradas de Wikipedia:
María Francisca Colom Valiente
No vamos a contar mentiras', con Mª Francisca Colom, profesora de Microbiología en la Universidad Miguel Hernández / Silvia Cárceles Pozo
No vamos a contar mentiras', con Mª Francisca Colom, profesora de Microbiología en la Universidad Miguel Hernández / Silvia Cárceles Pozo
Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alicante (1990), la profesora Kika Colom es titular de Universidad del área de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hernández.
Gran parte de su actividad profesional se ha centrado en la investigación básica en Microbiología, fundamentalmente en Micología Ambiental y en Micología Médica, y en la docencia de Microbiología en Ciencias de la Salud en pregrado, máster y doctorado.
Miembro del grupo de Docencia y Difusión de la Microbiología de la Sociedad Española de Microbiología (SEM) y del consejo director de la Iniciativa Internacional de Alfabetización en Microbiología (International Microbiology Literacy Initiative -IMiLI), es, además Miembro del Círculo Escéptico.
‘No vamos a contar mentiras’
Todos los martes, a las 13:45 horas, Miguel A. Goberna, profesor emérito de Matemáticas de la UA, les propone un bulo científico que todos, o casi todos, hemos escuchado o leído en alguna ocasión en un medio de comunicación, en una red social o en un libro.
Serán los profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante quienes refutarán esas falsedades. Y es que, como diría Goethe (pero nunca dijo): “¡Ciencia! ¡Más ciencia!”.
