Sara y Carla Gil: “Nuestro objetivo: hacer zapatos bonitos y cómodos"
En el espacio “Cerca de Ti, Eventos y Más”, Lola Vélez conversa con Sara y Carla Gil, hermanas y alma de la firma Paco Gil, sobre el equilibrio perfecto entre elegancia, comodidad y tradición

Lola Vélez conversa con Sara y Carla Gil, creadoras de calzado.
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Elda
En cada entrega, Lola Vélez nos acerca al universo de las celebraciones, los detalles y la artesanía que dan vida a los momentos más especiales. En esta ocasión, el protagonismo recae sobre Sara y Carla Gil, dos mujeres de Elda que han heredado la esencia de una marca mítica del calzado español, Paco Gil, y la han transformado en una firma contemporánea y profundamente femenina. “Cada día es nuestro objetivo: hacer zapatos bonitos y cómodos. No hay éxito si la mujer recuerda que lleva tacones”, afirma Carla, diseñadora de la marca.
Desde su atelier en Elda, las hermanas crean piezas personalizadas para novias, madrinas e invitadas que desean disfrutar cada paso de su gran día sin renunciar al estilo. “Nos encanta adaptar cada zapato a la historia y la anatomía de quien lo lleva. A veces trabajo con novias de Estados Unidos o Inglaterra, y solo con una foto sé su talla y el tipo de horma que necesitan”, cuenta Carla, recordando también a aquella novia de Santander que calzaron en tiempo récord.
Más que una tendencia, las hermanas Gil defienden un concepto: la elegancia cómoda. “No hay zapato ideal ni altura perfecta; cada mujer tiene su estilo y su paso. Lo importante es que se sienta segura, libre y guapa”, explica Sara. Su modelo insignia, la sandalia “Mamen”, es ejemplo de esa filosofía: tacón ancho, plataforma y un plisado de raso crema que permite bailar hasta el amanecer sin perder la sonrisa.
Comprometidas con su origen, fabrican 100% en Elda, rodeadas de proveedores locales con los que comparten pasión por el detalle. “Para nosotras es un orgullo seguir apostando por la industria del calzado eldense y por las mujeres que hay detrás de cada par”, subraya Sara. Con esa mezcla de elegancia, técnica y alma, las hermanas Gil demuestran que la moda puede —y debe— ser un paso seguro hacia la felicidad.




