De Kenia a Xàtiva: la historia de solidaridad de Carlos Martínez
El profesor de yoga Carlos Martínez impulsa desde Xàtiva varias iniciativas solidarias para ayudar a niñas masáis víctimas de mutilación y matrimonios forzados en el centro de acogida Cara Girls Rescue Center, en Kenia
Declaraciones Carlos Martínez en "Hoy por Hoy Xàtiva".
Xàtiva
El setabense Carlos Martínez, profesor de yoga y viajero habitual, decidió este verano embarcarse en una experiencia solidaria en Kenia, donde conoció de primera mano la labor del Cara Girls Rescue Center, un centro de acogida que protege a niñas masáis víctimas de mutilación genital, violencia o matrimonios forzados.
Construir un futuro diferente
Durante su estancia en el centro, situado en las montañas de Ngong, al norte de Nairobi, convivió con una treintena de niñas y comprobó cómo, pese a las duras experiencias vividas, mantienen una actitud positiva y un deseo firme de continuar estudiando y construyendo un futuro diferente.“Allí entendí lo que es realmente el sufrimiento y también lo que es la esperanza”, relató Martínez en una entrevista en "Hoy por Hoy Xàtiva", en la Cadena SER.
De regreso a Xàtiva, el profesor decidió convertir la experiencia en acción. El próximo 25 de octubre, organizará una sesión solidaria de yoga en su centro, ubicado en Auxilius March, 3, de 10 a 12 horas. La recaudación, íntegramente destinada al proyecto keniano, servirá para comprar calzado de invierno para las niñas del centro, que viven a más de 2.000 metros de altitud y, en muchos casos, solo disponen de sandalias. La inscripción tiene un coste de 20 euros, aunque también se pueden realizar donaciones a través de una fila 0.
Librería solidaria en su causa
Además, Martínez ha puesto en marcha una librería solidaria en el mismo espacio, donde se venden libros de segunda mano donados por vecinos y amigos a precios simbólicos —entre uno y cinco euros—. Los fondos recaudados se destinarán igualmente a cubrir las necesidades del Cara Girls Rescue Center.
“Cada libro vendido es una pequeña contribución a un futuro mejor para ellas”, afirma. Con esta iniciativa, el setabense demuestra que la solidaridad puede empezar en casa, pero su alcance no tiene límites. Desde las montañas de Ngong hasta las calles de Xàtiva, su historia es un recordatorio de que los gestos individuales también pueden cambiar vidas.