Al milpiés le gusta Canals
Se han llevado a cabo actuaciones ante una plaga desde la pasada primavera y otras que se complementarán a las realizadas en la zona mencionada y en otros lugares de la localidad. Son totalmente inofensivos para las personas y los animales doméstico

Campaña en Canals contra la milpiés

Canals (La Costera)
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Canals, Ricardo Carbonell, la técnica municipal, la empresa que gestiona el control de plagas y el encargado de parques y jardines se han reunido con los vecinos de la zona Horts debido a la problemática de la plaga de milpiés
En esta reunión, los técnicos y responsables han mostrado las actuaciones que se han llevado a cabo desde la pasada primavera y otras que se complementarán a las realizadas en la zona mencionada y en otros lugares de la localidad.
El milpiés es una especie inofensiva que, a consecuencia de la alta humedad y temperatura en periodos más largos de lo habitual, ha proliferado en varias zonas de manera descontrolada.
Su tratamiento se basa en mantener los márgenes o parcelas de las zonas afectadas limpias, echar tierra de diatomea o ceniza a los perímetros afectados y en último caso, la utilización de biocidas, los más selectivos y respetuosos con el medio ambiente, y así no eliminar sus depredadores naturales.
Los milpiés
Los milpiés son invertebrados pertenecientes al grupo de los miriápodos, caracterizados por su cuerpo alargado y segmentado con numerosas patas. Aunque su aspecto puede resultar llamativo o incluso inquietante, son totalmente inofensivos para las personas y los animales domésticos, ya que no pican ni transmiten enfermedades. Su presencia suele aumentar en periodos de alta humedad y temperaturas suaves, ya que encuentran en estas condiciones un entorno favorable para reproducirse.
Habitan principalmente en zonas húmedas, márgenes de jardines y terrenos con materia orgánica, alimentándose de restos vegetales en descomposición. De hecho, cumplen una función ecológica importante, ayudando a reciclar nutrientes en el suelo. Cuando su población crece de forma descontrolada, pueden convertirse en una molestia doméstica, aunque su control se realiza con métodos sencillos y respetuosos con el medio ambiente.




