El PP, sorprendido por el volantazo de Vox con la ZBE de València, desprecia a Compromís y pide al PSPV negociar sin líneas rojas

València

El Partido Popular no esconde su sorpresa tras la decisión de última hora de su socio, de Vox, de no apoyar la ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, aunque no cree que esto debilite la estabilidad del gobierno municipal.

Reconoce también que hay que buscar una solución porque, si no está en vigor antes del 1 de enero, el ayuntamiento se enfrenta a un agujero de más de 115 millones de euros, entre ayudas que habría que devolver y sanciones.

Por eso, ya han llamado a la puerta del PSPV, al que piden altura de miras y que se siente a negociar sin imposiciones, ni líneas rojas, ni mezclar churras con merinas.

A quienes no llamarán es a Compromís, un partido que, según el PP, no tiene una posición centrada y quiere castigar a todos los que tienen coches.

Vox dice no y el PP mira a la izquierda

El reloj avanza y el plazo para aprobar la ordenanza de Zona de Bajas Emisiones se estrecha. Y todo después del volantazo de Vox que el pasado martes, por sorpresa, decidió votar en contra dejando a los pies de los caballos al Partido Popular.

Algo que ha reconocido este viernes el portavoz municipal y del grupo popular, Juan Carlos Caballero, que ha recordado que Vox había votado hasta en cinco ocasiones a favor de la ordenanza, pero se descolgó en el último minuto y sin avisar.

Aún así, no cree que esto afecte a la estabilidad del gobierno. PP y Vox tienen diferencias, pero más cosas que les unen. La principal, el futuro de la ciudad y por eso ya están negociando los presupuestos del próximo año.

Pero Vox no da su brazo a torcer, la decisión viene de Madrid, con lo que ahora el PP tiene que mirar a la izquierda y ya ha iniciado contactos con el PSPV al que piden altura de miras y que se siente a hablar sin líneas rojas.

Según Caballero, la voluntad de diálogo es total con los socialistas porque es un partido más centrado que Compromís, que tiene una visión más extremista.

El PP quiere una Zona de Bajas Emisiones justa, transitoria, que no castigue a las familias, autónomos o afectados por la DANA que, y es textual, han tenido que comprarse un coche de segunda mano porque no les da para un Tesla. Pide que haya una negociación sin líneas rojas, ni mezclar otras cosas.

Los socialistas insisten en marcar sus líneas rojas

Los socialistas se muestran dispuestos a dialogar, aunque recuerdan que llevan mucho tiempo avisando al Partido Popular de que su irresponsabilidad, su política a favor de la contaminación y el coche iba a hacer que València perdiera muchos recursos y oportunidades.

Y que además obliga a los vecinos y vecinas de esta ciudad a respirar un aire excesivamente contaminado. Por eso, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, exige a Catalá que asuma su responsabilidad para no hacer perder a la ciudad 115 millones.

Le pide que a bandone su negacionismo y se decante por una ordenanza que ayude de verdad a reducir la contaminación y por un Corredor Verde sin coches para contar con los votos de los socialistas.

Compromís: "El PP no quiere líneas rojas, pero nos veta"

Y a Compromís le parece curioso que el PP quiera una negociación sin líneas rojas, pero lo primero que ha hecho es vetarles.

La portavoz de Compromís, Papi Robles, cree que la manera en que Vox apuñaló al PP por la espalda dice mucho de un gobierno que califica de pura conveniencia. Asegura que el PP, si tuviera dignidad, habría roto el pacto ya con Vox.

Insiste en que ellos están donde siempre, a favor de una Zona de Bajas Emisiones que permita mejorar la calidad de vida de los valencianos, que proteja la salud reduciendo la contaminación, pero que se combine con otras medidas pactadas en el marco de la Capital Verde.

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