El President buscó moral a base de palmeros

València

Aunque hayan pasado dos días no me resisto a comentarles el acto de autobombo que se organizó a sí mismo el president de la Generalitat el pasado miércoles con la excusa de una declaración institucional que no aportaba nada, limitándose a solemnizar lo obvio.

Necesitado de apoyo y cariño para lo que le esperaba por la tarde en el funeral, hizo acudir al Palau a 160 altos cargos que en lugar de estar trabajando para la ciudadanía acudieron desde todos los puntos de la Comunitat, gastando tiempo y dinero público para aplaudir a su todavía líder y que afrontara así el resto de jornada con algo más de moral.

El acto fue un auténtico sinsentido que lo único que demuestra y evidencia es la debilidad del Jefe del Consell. La inmensa mayoría de asistentes confiesan, en privado, su incomodidad pero han quedado retratados, en público, como auténticos palmeros.

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