Catalina González y José Lázaro dialogan sobre el lenguaje gráfico y el literario en la novela

Elda

Esta tarde de lunes, Encuentros Culturales de Otoño nos invita a un encuentro muy especial en el vestíbulo del Teatro Castelar de Elda. Allí, las palabras y las imágenes se entrelazan para rendir homenaje a una obra icónica: Caperucita en Manhattan de Carmen Martín Gaite, ahora reinterpretada en una versión gráfica adaptada por Catalina González Vilar y publicada por Siruela con motivo del centenario de la autora salmantina. Catalina se acerca al público con la misma delicadeza y respeto con que ha trabajado esta adaptación: “Desde el principio tuvimos claro que debíamos mantener la voz de Carmen Martín Gaite; queríamos que el lector pudiera seguir escuchándola entre las viñetas.”

El encuentro promete convertirse en una celebración de la literatura, la libertad creativa y la ilustración como lenguaje universal. Su mirada reivindica la fusión entre texto e imagen como una vía contemporánea de lectura: “Vivimos en un mundo visual —explica— y el cómic puede ser una puerta maravillosa para reencontrarse con los clásicos.” Junto a ella, el público descubrirá cómo cada trazo puede ser una emoción, cómo una mirada o una atmósfera pueden condensar páginas enteras de prosa.

La cita contará también con la presencia del ilustrador eldense José Lázaro Marcos, quien aportará su perspectiva sobre el dibujo como forma de expresión y sobre la complejidad de transformar la palabra en imagen. Admirador del trabajo de Helena Bonastre, Lázaro destaca “la línea limpia y preciosista, afrancesada, que respira los años noventa” y la manera en que la estética se pone al servicio del relato.

José Lázaro Marcos

José Lázaro Marcos es ilustrador, dibujante y creador multidisciplinar. Desde su estudio en Elda combina encargos de cómic, diseño gráfico y proyectos de animación. Su trayectoria, marcada por la búsqueda constante de un lenguaje visual propio, abarca trabajos como El flamenco contado a los niños de Francisco del Cid, Las aventuras del Marqués y El último yeyé, además de colaboraciones con editoriales independientes. Para él, dibujar es más que un oficio: “Dibujar me completa, me llena; es mi manera de entender el mundo.” Su estilo, limpio y expresivo, se reconoce por la precisión del trazo y la sensibilidad narrativa. Muy pronto, su obra podrá disfrutarse en una exposición en La Tertulia de Elda, dentro del ciclo de actividades culturales de este otoño.