La dimisión de Mazón pone en el aire algunos de los grandes proyectos prometidos para Elche
Entre ellos el tranvía, el nuevo edificio del barrio San Antón o la sede el museo de arte contemporáneo en Las Clarisas
Elche
La renuncia de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana ha abierto un nuevo escenario político que deja en el aire varios compromisos adquiridos con Elche en campaña y durante su mandato.
Entre ellos destaca el Plan Global de Infraestructuras para Elche, valorado en unos 122,8 millones de euros, que Mazón presentó como una forma de “saldar la deuda histórica” con el municipio. Este programa marco incluía actuaciones en movilidad, sanidad y educación y Mazón lo presentó en el salón de plenos del ayuntamiento de Elche. Entre los proyectos emblemáticos está el tranvía metropolitano que conectaría Elche con Alicante y el aeropuerto.
En materia sanitaria, el nuevo centro de salud de Travalón con una inversión anunciada de más de 28 millones de euros y cuyas obras se han iniciado y está previsto que concluyan en 2027.
Más recientemente Mazón anunció que Elche será la sede el Museo de Arte Contemporáneo de la Comunidad valenciana y estará ubicado en el convento de la Merced, para el que anunció 200 euros de inversión.
Otro proyecto que se queda en el aire es el convenio de colaboración que permitirá la construcción del edificio de 45 viviendas en el barrio de San Antón, después de que el Consell aprobara el acuerdo que autoriza el incremento del gasto plurianual destinado a estas actuaciones de regeneración urbana del barrio en 2,5 millones de euros.
El ámbito educativo no escapa a esta incertidumbre y de hecho la oposición había reclamado la puesta en marcha de un nuevo Plan Edificant y también está pendiente el proyecto del Learning Factory, estaban recogidos en enmiendas y previsiones para el periodo 2025–2027, pero su inclusión definitiva en los presupuestos autonómicos podría revisarse tras la dimisión.
Con la salida del presidente, Elche afronta un periodo de espera y cautela ante la posibilidad de que el relevo en el Palau de la Generalitat reoriente las prioridades del gobierno valenciano.
