Sociedad

Guardaba su futura lápida en la sala de espera de su consulta en Gandia

El Dentista Torres luce su lápida en el cementerio municipal, la misma que veían sus pacientes mientras esperaban su cita en la consulta

El Dentista Torres guardaba su lápida en la sala de espera de sus pacientes

Gandia

Una situación curiosa la que nos llega desde el cementerio municipal de Gandia de la mano de un hombre que, según nos han contado, era muy “cachondo y chistoso”.

“Caro Lector! ¿Conociste al dentista Torres? Aquí está, ruego por su alma y no le llores”. Ésta es la leyenda de esa lápida que esperaba a ser usada en la propia clínica del dentista. Lo primero que encontraban sus pacientes al entrar a la sala de espera era esa lápida y el ataud en el que luego sería enterrado Torres.

El Dentista Torres guardaba su lápida en la sala de espera de sus pacientes

Emili Selfa, profesor de Secundaria jubilado, nos contaba esta historia en el programa Hoy por Hoy Gandia: “era una persona muy chistosa y siempre estaba preparado para la broma”.

Incluso les decía a sus pacientes con total tranquilidad que “esa es la lápida que me van a poner cuando muera. Y ahí tengo el ataud acolchado porque quiero estar muy cómodo el día que me vaya”.

Pero ahí no acaba toda la curiosidad y “cachondeo” porque dentro del ataúd, expuesto en su consulta, tenía dos botellas de whisky.