El gafe de la Canal

Alcoy

Tras treinta años de historia, habrá que aceptar que el plan para construir un polígono industrial en la zona de la Canal de Alcoy tiene unos efectos letales sobre cualquier gobierno autonómico valenciano que decida apoyarlo. Estamos ante una obra gafe, cuya cercanía anuncia grandes desgracias parta cualquier Generalitat que decida desarrollarla.

Los males vienen de lejos. El primer anuncio de esta infraestructura lo hacía un conseller de Industria socialista en 1995. A los pocos meses de celebrarse la rueda de prensa sobre el polígono industrial, el PSPV perdía las elecciones autonómicas y pasaba a los bancos de la oposición en los que estaría instalado durante dos décadas.

El segundo valedor de la Canal fue el Consell presidido por Alberto Fabra, que prestó su entusiasta cobertura a una propuesta presentada por La Española para instalar un complejo empresarial en la zona. Este efímero gobierno autonómico del PP jugó un papel parecido al de los músicos de la orquesta del Titanic y acabó derrotado en las urnas por el Botànic, que se desentendió de esta actuación urbanística hasta que los tribunales acabaron enterrándola.

Convertida en alternativa Alcoy Sur, la Canal ha vuelto a resucitar y ni que decir tiene: ha recibido el total apoyo del gobierno autonómico presidido por Carlos Mazón. Como todos ustedes saben, el presidente y su equipo de consellers se encuentran en situación de siniestro total tras su desastrosa gestión de la DANA y su futuro político está más negro que el carbón. Tres décadas después, continúa el mal fario.

Comprobados los poderes destructivos de la Canal sobre los gobiernos valencianos, lo que sorprende es la insistencia que muestran determinadas instituciones de Alcoy en estrellarse una y otra vez con esta piedra. Estamos ante uno de los grandes misterios alcoyanos.