“La legislación y la Administración van por detrás de la realidad”, Gómez-Calvet analiza los retos de las políticas energéticas

Valencia

La transición energética es uno de los grandes desafíos que afronta Europa, y también la Comunitat Valenciana. Este jueves y viernes, la Universidad Europea de Valencia celebra en su campus Turia el II Workshop internacional sobre políticas energéticas, un encuentro académico que reúne a doce investigadores de prestigio internacional, entre ellos editores de revistas científicas, catedráticos y tres ponentes principales.

Uno de los participantes es Roberto Gómez-Calvet, profesor de Empresa en la Universidad Europea de Valencia y experto en políticas energéticas, quien ha compartido en La Ventana Comunitat Valenciana su visión sobre la eficiencia de los mercados energéticos y el papel de la administración en el impulso de las renovables.

Gómez-Calvet considera que los mercados energéticos europeos son de los más avanzados, pero advierte que la legislación y la administración pública no siempre están a la altura de las necesidades del sector.

El profesor subraya que los mercados energéticos deben adaptarse constantemente a los cambios del entorno. Las circunstancias varían, y con ellas, también deben hacerlo las reglas del juego. “Tener un mercado que sea válido para el resto de los años es imposible. No porque no sea deseable, sino porque las circunstancias del mercado van cambiando. La realidad de hace cinco años y la de ahora es completamente distinta”.

En este sentido, Gómez-Calvet insiste en que las subidas de precios no deben interpretarse automáticamente como un abuso por parte de las empresas, sino como una consecuencia de cambios estructurales o geopolíticos. “El consumidor debe ser consciente de que si suben los precios, no debe recibir el mensaje de que hay unos que se están aprovechando a costa de otros, sino que la realidad ha cambiado”.

La lección de 2022: la dependencia energética

Uno de los puntos clave que ha puesto en evidencia la crisis energética de los últimos años es la vulnerabilidad de Europa ante la dependencia de terceros países. La invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022 fue un punto de inflexión. “Europa se ha dado cuenta del día a la noche de que tenía una dependencia muy grande de ciertos países geopolíticamente inestables, y eso hay que evitarlo. Si no, estamos expuestos a lo que sufrimos en 2022”.

Situación de la Comunitat Valenciana

También se le interpela sobre la situación de la Comunitat Valenciana, de la que hace una fotografía. “La fotografía, y ya no es mía, sino el sentimiento que hay, es que siempre la legislación y la administración va por detrás de la realidad”, afirma. “Las empresas suelen ser más rápidas, más ágiles en proponer soluciones o en proponer inversión que la aprobación de estas por parte de la administración. Y eso yo creo que es un lastre”.

Para el profesor, es fundamental que todo el proceso sea “lo más ágil y diligente posible”. En su opinión, cualquier iniciativa que vaya en la dirección de integrar las renovables de forma segura es “absolutamente necesaria”, ya que representan “nuestra única fuente autóctona” y son clave para lograr independencia energética y reducir la dependencia de países terceros y de fuentes contaminantes. “La administración debe ser diligente, no solo en aprobar, sino también en rechazar”.

Gómez-Calvet insiste en que la administración no solo debe aprobar proyectos con rapidez, sino también rechazar aquellos que no sean adecuados, evitando que las inversiones queden bloqueadas durante meses. “La administración debe tratar de ser lo más diligente posible. Ya no digo en aprobar, sino en aprobar o rechazar, porque a lo mejor hay alguna inversión que se propone y no es deseable, y lo que no hay que hacer es tenerla macerando durante ocho o diez meses”.

Esta falta de agilidad, según el experto, puede frenar el desarrollo de proyectos clave para la transición energética y generar frustración en el sector empresarial. ¿Está preparada la Comunitat Valenciana para una economía baja en carbono? En cuanto a la capacidad de la Comunitat Valenciana para reconvertir su tejido productivo hacia una economía baja en carbono, Gómez-Calvet señala que hay sectores que ya están tomando la iniciativa. “Hay sectores que están poniéndose las pilas, valga la redundancia, buscando alternativas. El sector cerámico tiene ya iniciativas interesantes para ver cómo puede el hidrógeno, por ejemplo, ser un vector que se utilice para intentar dar servicio”.

Más allá de los recursos naturales, el profesor destaca el capital humano y empresarial de la región como una ventaja competitiva. “La Comunitat Valenciana tiene, ya no digo los recursos, sino la materia gris y las empresas para poder desarrollar ese tipo de iniciativas”.