Montserrat: “Hay gente menos afectada y ha recibido la misma ayuda económica que otros con muchos más daños”

València

Primera semana de noviembre y en València 2025: Renacer tras la DANA seguimos nuestro recorrido por los municipios afectados en una semana muy convulsa políticamente en la CV con la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón.

Y a pesar de toda la situación de interinidad, en los pueblos afectados siguen trabajando para la reconstrucción como lo están haciendo en estos momentos en Montserrat, uno de los municipios de la Ribera que resultaron afectados.

No tanto en su núcleo urbano, sí en sus urbanizaciones, en zonas industriales y en el campo. Conversamos con Rosana González, propietaria de una vivienda afectada; Hector Cantó, propietario de un gimnasio que también sufrió daños; Ferran Martínez, presidente de comunidad de regantes La Murta, y Sergio Vilar, alcalde de Montserrat.

Capítulo 45, Montserrat (vídeo)

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Unas ayudas esperadas, pero injustas en su reparto

Rosana González vive en una de las urbanizaciones de Montserrat, trabaja en el hospital General de València y su hijo en el centro comercial Bonaire. Por eso, porque el día 29 de octubre de 2024 se desplazaron a sus puestos de trabajo y consiguieron llegar sanos y salvos a su casa insiste en resaltar que lo más importante es que toda su familia se salvó. Sin embargo, los daños de la riada en su casa fueron devastadores y a día de hoy, más de un año después de la DANA, sigue en obras.

A la falta de mano de obra para llegar a todas las reformas necesarias, se sumó una tasación del consorcio de seguros insuficiente, muy alejada de los presupuestos que pedía a distintas empresas constructoras, y falta de acuerdo entre vecinos. Tras conseguir iniciar las obras y recibir las ayudas critica que no se ha distinguido entre el daño sufrido.

"Hay gente que a lo mejor no ha estado afectada, o lo ha estado menos y a todos se les ha dado el mismo dinero porque viven en el mismo municipio". Una denuncia que verbaliza González como otros muchos afectados de otros municipios. "A mí me ha llegado gente que empatiza con nosotros y dice que no las ha pedido, pero otras personas no tienen nada (daños) lo han pedido igual".

Una reconstrucción que durará "entre cuatro y cinco años"

La casa de Rosana González resultó afectada como otras ubicadas en el termino municipal. Lo explica el alcalde Sergio Vilar, que por la idiosincrasia del municipio el término municipal fue lo más afectado pero en este espacio se ubican tanto viviendas, como negocios próximos a barrancos como terreno agrícola. Tal es la magnitud de los daños en caminos agrícolas e infraestructuras agrarias, que Vilar advierte que la reconstrucción será "muy larga". Sus cálculos son de cuatro o cinco años de trabajos para recuperarse.

Un plazo que Ferran Martínez, agricultor y presidente de la comunidad de Regantes de La Murta considera "optimista". De hecho, subraya que "hay campos que no se recuperarán nunca" o tardarán mucho más porque será muy costoso llegar a todos los rincones del término. "Al final no es sólo arreglar caminos o infraestructuras, sino el trabajo secundario que queda hacer en el propio campo porque si lo tienes en desuso, por mucho que te arreglen el camino si no se regenera al final podrás estar diez años fácilmente sin producción".

Un daño, el de la DANA, que supone un fuerte golpe a un sector que ya está en declive desde hace años, como en el resto de la Comunitat Valenciana, por la falta de relevo generacional y por la crisis de precios. De hecho, Martínez pone cifras a este declive: la cooperativa de Montserrat producía entre tres y cuatro millones de quilos de mocatel y este año se quedará en los 500 mil.

Incertidumbre y alertas

Héctor Cantó tiene un gimnasio en Montserrat y en el momento más crítico de la jornada del 29 de octubre estaba junto a tres clientes en su interior. Subieron al coche y el propio vehículo hizo tapón en la puerta del gimnasio por la fuerza del agua. Una situación muy complicada que ahora, con el paso del tiempo y sabiendo todo lo que ocurrió, no volvería a repetir.

Su gimnasio y otros muchos negocios, recuerda, se convirtieron en un "servicio público más" donde se acogió a gente que había perdido su casa, que necesitaba ir a ducharse o a conseguir agua embotellada, entre otros.

Más de un año después, ahora Cantó muestra dudas sobre los avisos meteoreológicos, algo con lo que Ferran Martínez está totalmente en desacuerdo: vale la pena perder una mañana de trabajo que la vida; hay que actuar con responsabilidad ante las alertas y avisos y la economía no lo es todo en esta vida.

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