Los menores valencianos empiezan a beber a los 13 años, pero perciben cada vez más peligro en el consumo de alcohol

València

El consumo de alcohol entre menores sigue siendo muy frecuente y cada vez comienza a edades más tempranas. Así lo confirma el último informe del programa Astrolabio, impulsado por el Ayuntamiento de València —a través del Servicio Municipal de Adicciones— y la Universitat de València, cuyos datos se han presentado con motivo del Día Mundial Sin Alcohol que se celebra este fin de semana. Tras cinco años de actividad de este programa, las conclusiones son claras: la prevención precoz funciona, pero debe intensificarse.

La concejala de Servicios Sociales, Marta Torrado, ha presentado esta semana el balance junto Maite Cortés, profesora titular de la Universitat de València e investigadora.

Desde que se inició, Astrolabio, que es el programa municipal de prevención de consumo de alcohol, tabaco, vapers y cannabis, ha trabajado en 52 centros educativos, públicos y concertados, donde se ha evaluado a alrededor de 6.200 estudiantes de entre 13 y 17 años. Esta iniciativa se basa en actividades participativas e interactivas centradas en la educación emocional, la corrección de creencias distorsionadas, estimular el pensamiento crítico y entrenar habilidades sociales para resistir la presión del grupo. Su objetivo final es, por tanto, guiar a los menores a que tomen decisiones responsables y retrasar la edad de inicio de consumo de alcohol y otras sustancias adictivas.

Alcohol: la sustancia que más y más pronto se consume

Según la investigadora Maite Cortés, el alcohol es la sustancia predominante entre los menores valencianos, y la edad en la que estos jóvenes se inician, es temprana.

De hecho, cerca del 40% de chicos y chicas de 13 años (más chicas que chicos) admite haber consumido alcohol en el último año, porcentaje que escala hasta el 78% a los 17. Por este motivo, y con el objetivo de retrasar la edad de inicio lo máximo posible, Astrolabio busca ya ampliar su intervención hasta primero de la ESO.

Al comparar estos resultados con la última encuesta ESTUDES del Observatorio Español de las Drogas y Adicciones (OEDA), se confirma que la Comunitat Valenciana mantiene cifras similares a la media. Según los datos del último año, el 71% de los menores de 14 a 18 años consume alcohol; en la Comunitat, el dato es del 74%.

Al igual que sucede con el alcohol, el estudio indica que los menores comienzan a consumir vapeadores alrededor de los 13 años, tanto en dispositivos sin nicotina como en aquellos que la contienen, así como en el caso del tabaco. En cuanto al consumo de porros, la edad de inicio se sitúa en los 14 años.

Qué y cuánto beben los menores

El estudio muestra un patrón que evoluciona con la edad. Lo común es que los menores se inicien con destilados de cualquier tipo, casi el 72%. Sin embargo, es importante recalcar que aproximadamente el 20% de los chicos y chicas de 13 años consumen cualquier tipo de tóxico, tanto destilados como fermentados; una cifra que asciende al 48% a los 17. Sobre el consumo exclusivo de fermentados, el porcentaje es menor en todas las franjas de edad: cerca de un 8% a los 13 y un punto más a los 17 años.

La cantidad, por su parte, se calcula a partir de una equivalencia: un fermentado estándar supone unos 10 gramos de alcohol puro; un cubata, aproximadamente 20. Traduciendo sus consumos, los estudiantes de 13 años ingieren de media unos 60 gramos en cada ocasión; a los 17, la cifra ronda los 140 gramos.

Este consumo va acompañado de una percepción de riesgo muy distorsionada. A los 13 años creen que los problemas aparecen a partir de la cuarta o quinta consumición, un dato que elevan a casi siete los de 17. Sin embargo, tal y como recuerda Cortés avalándose en una evidencia científica demostrada desde hace más de 20 años, "no hay una dosis responsable ni segura de consumo de alcohol por parte de los menores".

Menos mitos, más consciencia

Astrolàbio ha demostrado ser eficaz en la corrección de creencias distorsionadas sobre el consumo del alcohol presentes al inicio del programa, lo que resulta clave para replantear las conductas de consumo.

La percepción del alcohol como estimulante entre quienes consumen se reduce notablemente, pasando en chicas de 2,5 a 1,5 y en chicos de 2,9 a 1,6. También desciende la idea de que beber los fines de semana “no es peligroso”, que baja de 2,3 a 1,7 en ambos sexos.

La creencia de que “mezclar emborracha más” disminuye de 2,9 a 1,7 en chicas y de 3 a también 1'7 en chicos, mientras que la idea de que “el alcohol afecta igual a todas las personas” se reduce de 1,9 a 1,3 en chicas y de 2 a 1,5 en chicos. Finalmente, la percepción de que “puedo dejarlo cuando quiera” baja un punto en ambos casos: de 2,4 a 1,5 en chicas y de 2,5 a 1,6 en chicos.

La concejala Marta Torrado ha subrayado la importancia de estos resultados que, afirma, “ponen de manifiesto la necesidad de seguir trabajando desde la prevención temprana, reforzando la educación emocional y el pensamiento crítico en las edades más vulnerables”.

También ha destacado el impacto positivo del programa: “Estos resultados confirman la efectividad del programa Astrolabio en la modificación de actitudes y percepciones hacia el alcohol, reforzando la importancia de mantener las acciones preventivas desde edades tempranas”.

Por otro lado, y pese a que el estudio se centra en el propio menor, Cortés señala que el problema trasciende más allá, que hay más factores a tener en cuenta.

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