Boadas: “La opinión pública y los gobiernos no perciben la importancia estratégica del ocio nocturno”

Valencia

Se celebra en València, el décimo Congreso Internacional de Ocio Nocturno, que coincide con el quinto Congreso Nacional y la gala de los Golden Moon Awards Un sector que, solo en España, genera más de 20.000 millones de euros al año y da empleo a unas 380.000 personas. Joaquim Boadas, presidente de la Asociación Internacional de Ocio Nocturno, afirma, con claridad, en La Ventana Comunitat Valenciana, que a pesar de esas cifras, no se goza del reconocimiento debido. “La opinión pública y los gobiernos no tienen esa percepción de la importancia de nuestro sector, tanto a nivel estratégico, económicamente, como hablando como a nivel turístico”.

El responsable insiste en que estas jornadas son esenciales para reivindicar el papel del ocio nocturno: “Por eso estas jornadas son muy importantes, para reivindicar esta importancia por nuestra parte del peso económico y turístico que tenemos en la economía, tanto a nivel de España como a nivel de otros destinos y otros países”. En destinos como Ibiza, el impacto es evidente: “Ibiza, por ejemplo, es que el 47 o 50% del PIB viene producido por el sector o aportado por el sector del ocio nocturno”.

Boadas recuerda que el impacto no se limita a los locales: “No tan solo este volumen económico es para lo que sería el sector propiamente dicho, sino que también se genera mucho negocio como consecuencia de que al final toda la gente que sale de fiesta o que viaja a un destino para salir de fiesta, pues también gasta en otros sectores: taxis, tiendas para comprarse ropa y salir bien vestido de fiesta. Todo esto contribuye a un movimiento económico muy importante que da vida a otros sectores y otras familias”.

Convivencia y turismo

El debate sobre el equilibrio entre turismo y descanso también ha estado presente: “Yo creo que es una solución muy fácil. Al final se puede conjugar esta afluencia turística con la convivencia. Es perfectamente viable y es más: esto es un entendimiento que tiene que ser obligatorio”. Entre las propuestas, destaca la flexibilización de horarios: “Muchas de las cosas que se han hablado hoy en el Congreso Nacional de Ocio Nocturno son temas de estos. Por ejemplo, flexibilizar los horarios para que no coincida todo el mundo en la misma hora saliendo del local, sino que sea una salida escalonada”. Otra medida es la figura del alcalde de la noche, presente en ciudades como Ámsterdam, Nueva York o Barcelona: “Que sea una persona que se encargue únicamente, como pasa en Ámsterdam, Nueva Gales, Nueva York o Barcelona, donde hay una persona que solo se encarga de la gestión del ocio nocturno”.

Zonas acústicamente saturadas

Sobre las restricciones aplicadas en València con las Zonas acústicamente saturadas, Boadas es contundente: “Son medidas medievales para un siglo XXI que no tienen cabida. Tienen que buscarse soluciones, ya sea a nivel tecnológico como soluciones que se adopten en otros países para buscar la manera de convivir, pero no aplicar estas medidas de ‘muerto el perro, muerta la rabia’”. Advierte que cerrar locales no elimina el problema: “Porque el ruido se provoca por los botellones, fiestas ilegales y al final es mucho peor: para los vecinos, suciedad, delitos, agresiones sexuales, robos y tantas otras cosas que el ocio nocturno previene”. Boadas pone un ejemplo gráfico: “Una ciudad a las tres de la madrugada sin ninguna luz abierta, sin ningún lugar de ocio nocturno abierto, da miedo caminar por esa calle. En cambio, si está iluminado, hay seguridad en las puertas y todo eso, es mucho más difícil que alguien se atreva a delinquir”.

¿Hacia dónde evoluciona el ocio?

Sobre los hábitos, el presidente apuesta por la flexibilidad: “Lo que tiene que haber es una flexibilización de horarios para que la gente pueda salir y volver a casa a la hora que estime conveniente. Si alguien quiere levantarse a las cinco de la madrugada, como estaban explicando ahora en una de las mesas redondas, pues que pueda salir a las cinco de la mañana y salir de fiesta, e igual no toma ni alcohol”. Cita ejemplos internacionales: “En Nueva York, en Sídney, hay discotecas abiertas 24 horas. Nueva York es la ciudad que nunca duerme. Ese es el futuro”. Y advierte del riesgo de no adaptarse: “Si no se permiten licencias, la gente saldrá de fiesta en sitios no legales. Estamos obligados a entendernos administraciones públicas y sector privado”.

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