El 80% del alumnado con TEA sufre bullying y un 33% no sabe identificarlo, las formas más comunes de acoso son el aislamiento social, las burlas y la manipulación
La Universidad Miguel Hernández de Elche acoge la charla “Bullying y Autismo” impartida por la Policía Nacional


Elche
La Universidad Miguel Hernández de Elche ha acogido hoy la ponencia del agente de la Policía Nacional, Pablo Mora, sobre bullying en personas con Trastorno del Espectro Autista. El objetivo era facilitar herramientas para detectar cuando un menor es víctima de acoso escolar. Mora ha señalado que el 80% de los estudiantes con TEA sufre bullying y que un 33% no sabe identificarlo. Entre las formas más comunes de acoso ha destacado el aislamiento social, las burlas y la manipulación.
La charla, estructurada en tres partes, ha ofrecido herramientas para prevenir, detectar y reaccionar ante el acoso en menores con TEA. Mora ha insistido en la importancia de crear un clima de confianza en casa, hacer preguntas abiertas sobre cómo se siente el menor en el entorno educativo y reforzar la autoestima de los menores. También ha subrayado la necesidad de mantener comunicación constante con el centro educativo y de que el profesorado sepa identificar situaciones de riesgo, sensibilizar al grupo y contar con compañeros de apoyo, que facilitarán la integración del menor con el resto del grupo.
El agente ha explicado que el rechazo repentino a la escuela, lesiones inexplicables o material dañado pueden ser señales de que el menor está sufriendo acoso escolar. Cuando estas situaciones suceden, es importante no minimizar lo ocurrido, evitar que el menor se sienta culpable y que se sientan escuchados, queridos y seguros.
Jairo García, fundador de la Asociación Mentes Divergentes y organizador de la charla, ha señalado que la asociación nació con el propósito de que los padres y madres de los menores con TEA no se sientan solos y puedan contar con apoyo y herramientas.
Además, a la jornada han asistido familiares que han contado su experiencia y situaciones donde sus hijos e hijas han sido víctimas de acoso escolar. Como es el caso de Edu, un menor con TEA que tiene problemas a la hora de verbalizar lo que siente y cómo lo siente, el menor tiene conflictos en el colegio y su madre tiene que estar pendiente a cualquier cambio de conducta para detectar casos de acoso.




