José Carlos Amorós, Comisario Jefe de la Policía Local: “Benidorm es una ciudad segura y podemos demostrarlo”

Benidorm

José Carlos Amorós visitaba este sábado los estudios de Radio Benidorm-SER para, a través de los micrófonos de ‘A Vivir Benidorm’, presentarse en sociedad como Comisario Jefe de la Policía Local de la ciudad. Nuevo en el cargo, pero no en el cuerpo, donde acumula ya casi cuatro décadas de servicio a sus espaldas, Amorós afronta esta etapa con ilusión, responsabilidad y un profundo conocimiento de la ciudad a la que ha dedicado toda su carrera profesional.

Durante la conversación repasamos sus primeras semanas en el cargo, marcadas —según reconoce— por una excelente acogida tanto por parte de la plantilla como del resto de instituciones. También hablamos de la estrecha coordinación que mantiene con el Comisario de la Policía Nacional, algo que considera fundamental para sostener los altos niveles de seguridad de la ciudad.

Amorós recuerda sus inicios en 1987, cuando opositar implicaba pasar tardes en la biblioteca sin internet ni academias, y comparte cómo ha evolucionado tanto el trabajo policial como las amenazas a las que se enfrentan los cuerpos de seguridad. Desde los antiguos robos de radiocasetes hasta la actual ciberdelincuencia o las estafas puerta a puerta, el Comisario detalla cómo ha cambiado el día a día del patrullaje y la prevención.

Benidorm, explica, es una ciudad que rara vez descansa. La desestacionalización del turismo y la llegada de grandes eventos —como el Benidorm Fest o la Copa del Mundo de ciclocross— mantiene a la Policía Local en plena actividad durante los doce meses del año. Aun así, Amorós afirma con rotundidad que Benidorm es una ciudad segura, con datos que lo avalan, aunque esos mismos datos “engañen” por estar referidos a un censo que no refleja la realidad de una ciudad que en temporada alta puede triplicar su población.

La presencia policial en las calles, la colaboración con otros cuerpos y la planificación preventiva son —dice— pilares de ese modelo de seguridad que también consiste, en una ciudad turística, en “ser y parecer” un destino fiable para los millones de visitantes que recibe cada año.

Sobre su nueva etapa más ligada a la gestión, Amorós reconoce que echa de menos la calle tras 38 años de servicio en primera línea, pero asegura que seguirá saliendo siempre que pueda porque ese contacto humano forma parte de la esencia de su profesión.

De cara al futuro, imagina una Policía Local tecnológicamente avanzada —con herramientas como la Inteligencia Artificial o la evolución del trabajo con drones— pero sin renunciar jamás a su rasgo esencial: la cercanía con el ciudadano. Esa, afirma, es la seña de identidad que una policía municipal no debe perder nunca.

Un diálogo cercano y revelador con quien lidera a uno de los cuerpos más visibles y valorados de la ciudad.