Entre el esperpento de Valle-Inclán y el bufo trágico de Unamuno
Mazón ha terminado por ser un personaje que hubieran podido crear ambos

La Columna de Carlos Arcaya: «Entre el esperpento de Valle-Inclán y el bufo trágico de Unamuno»
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Alicante
A Valle-Inclán le debemos el esperpento, un género literario con el que buscaba deformar grotescamente la realidad para criticarla. Mezclaba lo cómico y lo trágico. Unamuno creó el bufo trágico, en donde el ser humano busca la inmortalidad, pese a que la razón nos dice todo lo contrario.
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Mazón ha terminado por ser un personaje que hubieran podido crear ambos. Pasa el tiempo y su historia durante la tarde más negra de la Comunitat Valenciana sigue dando giros rocambolescos. Todo es grotesto, sigue lleno de sombras. Y lo peor —como se decía antes— es que continuará, habrá más.
Un presidente que abandono su responsabilidad y que ha terminado por convertirse en una caricatura, que ha perdido la grandeza que alguna vez pudo haber tenido por faltar sistemáticamente a la verdad y al respeto a los ciudadanos. Y todo ello, al margen de la escasa compasión con las víctimas.
Y esto no es ensañamiento. Es, incluso, un lamento o una crítica amarga de esta época de necesidades en la que estraperlistas modernos, chanchulleros de extrema derecha y oportunistas de todos los pelajes nos venden mercancía (ideológica) falsa o fraudulenta a sabiendas.


Carlos Arcaya
Licenciado en Ciencias de la Información por la EHU-UPV. Redactor de Radio Alicante desde 1992, antes...




