Miguel Perlado, experto en sectas: "El Tío Toni no encajaba con un perfil de líder carismático, despertaba lástima por su condición física"

Castellón

En marzo de 2021 parte de las víctimas de la secta de Vistabella se pusieron en contacto con Miguel Perlado, un psicólogo experto en sectas. Fue él quién posteriormente puso en conocimiento de la Policía Nacional la existencia de esta comunidad.

"Las víctimas contactaron conmigo y empezaron a referir una serie de situaciones que todavía a día de hoy no acaban de explicarse", cuenta Perlado, quién ha declarado como perito estos días en el juicio que se está llevando a cabo en la Audiencia Provincial de Castellón

El perfil del Tío Toni

"El perfil del fundador no encajaría con los prototipos de un líder atractivo, irresistible y carismático", explica el psicólogo.

"Estamos hablando de un perfil que podía despertar la lástima, la conmiseración y la ayuda de los demás por su condición física, de la cual extraía beneficio".

"Pero que al mismo tiempo acababa por desplegar un patrón de relación maltratante alternando entre el amor incondicional y momentos de ataque y humillación", sentencia Perlado.

Un comportamiento que deriva, según el experto, en una dependencia total y con una voluntad "que vuela por los aires".

¿Cómo funciona una secta?

Una secta como la que se orquestó en Vistabella en la Masía de la Chaparra funciona bajo tres ejes principales.

Perlado ha explicado que una secta nace como un grupo o comunidad donde hay tres piezas esenciales: la presencia de un fundador autoproclamado con un talante dominante y que exige una devoción.

En segundo lugar, un grupo adoctrinado que busca simular una fusión entre sus miembros, donde conformar un pensamiento común único y excluyente.

Y en tercer lugar, un proceso que finalmente genera daño sobre las personas y sus familias. Daños a nivel personal, emocional, sexual y económico.

"Con estos tres componentes estamos hablando de contextos que funcionan en ese registro sectario", señala el experto.

Además, Perlado resalta la mecánica para caer en este tipo de comunidades. "Lo que hay que comprender es que hablamos de un proceso donde se gana la confianza de las personas, se les da un lugar y a partir de ese momento se va minando la identidad de los miembros".

"Los menores eran clave"

"A los menores, desde que eran bebés, se les preparaba un contexto idílico", y afirma de esta manera que los niños eran una pieza clave en la comunidad de Vistabella. "Cuando llegaban a la adolescencia pasaba a ser totalmente lo contrario, dominado por el control y los abusos sexuales".

"En el caso de estos menores, iban a ser la generación más pura y la que salvaría a toda la humanidad el día de mañana", ha relatado Perlado en Hoy por Hoy Castellón.

En el caso de estos menores el impacto es "claramente traumático", ha dañado sustancialmente todas las líneas de desarrollo y están marcados de por vida.