La Fanfarria Zíngara suena en Elda desde 1999
Tradición, viajes, amistad y pasión por la música se dan cita en una agrupación que vuelve a crecer y busca nuevos músicos

Miguel Ángel, Víctor y Micaela hablan sobre el presente y el futuro de la Fanfarria Zíngara
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Desde hace más de un cuarto de siglo, la Fanfarria Zíngara acompaña los grandes momentos de las fiestas de Moros y Cristianos de Elda con su música inconfundible, su energía arrolladora y su espíritu familiar. Fundada hace 26 años por Micaela Rubio, esta agrupación nació casi como una aventura y se convirtió rápidamente en un fenómeno musical local que llegó a reunir a más de 200 componentes en su momento de mayor esplendor.
A lo largo de su trayectoria, la fanfarria no solo ha puesto banda sonora a las calles de Elda, sino que ha llevado su música mucho más allá, recorriendo diferentes puntos de España y protagonizando viajes inolvidables a ciudades como París u Orlando, donde incluso visitaron Walt Disney World.
“La fanfarria no es solo música, es una familia que crece, viaja y aprende junta”, afirma Micaela Rubio, fundadora.
Presente vivo, futuro ilusionante
Tras años difíciles marcados por la crisis económica y la pandemia, la Fanfarria Zíngara vive hoy una nueva etapa de crecimiento. Bajo la dirección de Víctor Pérez, que comenzó como músico con apenas 12 años y ahora lidera el proyecto, la agrupación ha pasado de estar al borde de desaparecer a rozar ya los 90 componentes. Un renacer que mezcla la experiencia de la vieja escuela con nuevas generaciones llenas de ilusión.
Víctor lo tiene claro: “aquí no se exige experiencia, se exige actitud. No hace falta saber música para entrar; lo importante es tener ganas de aprender, compromiso y pasión. Desde el primer día, cada nuevo integrante se siente parte del grupo, toca en conjunto y vive la magia de la música compartida. La única condición para entrar es querer aprender y formar parte de algo más grande que uno mismo”.
Hoy la fanfarria cuenta con secciones de percusión, viento madera y viento metal. Y lanza un llamamiento especial a instrumentos como la tuba, cuyo sonido aún esperan incorporar. Además, los más pequeños también tienen su espacio, con horarios flexibles y un enfoque que prioriza la ilusión por encima de la presión.

Cedida

Cedida
El futuro ya está en marcha. Aunque aún no pueden desvelar destinos, la Fanfarria Zíngara trabaja con la vista puesta en volver a salir al mundo, a retomar esa “Zíngara viajera” que tantos recuerdos dejó. Los años 2026 y 2027 aparecen ya marcados en rojo en el calendario de proyectos.
“Queremos recuperar esa fanfarria que viajaba y hacía de cada viaje una experiencia para toda la familia”, subraya Miguel Ángel Rubio, delegado de la agrupación.




