Sin artista no hay falla, y sin falla no hay fiesta
Este domingo se han cumplido nueves años de la declaración de las fallas como patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco

El Punto de Vista de Julián Giménez (01/12/2025)
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València
Un año, un año falta para que las fallas cumplan su primera década como bien de valor universal excepcional, o lo que es lo mismo, como patrimonio mundial. Por delante todo un año para preparar dicha celebración pero también para analizar si los pilares que sustentan este reconocimiento por parte de la Unesco son igual de fuertes que hace nueve años. A priori el aumento del censo fallero podría hacernos pensar que la fiesta no corre peligro, pero es en otros elementos donde deberían depositar nuestras preocupaciones. La pirotecnia, por ejemplo, es un sector altamente vulnerable, sometida a los vaivenes del mercado y las materias primas. Por no hablar del oficio del artista fallero, este si que está en riesgo peligro. El envejecimiento, la precarización y la falta de rentabilidad de esta profesión han colocado al arte de hacer fallas en toda una encrucijada. Y ya se sabe, sin artista, no hay falla, y sin falla no hay fiesta.
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Julián Giménez
Licenciado en Ciencias de la Información por el CEU San Pablo de Valencia y Máster en Comunicación y...




