Andrea Boscá, una de las voces destacadas de “Lideresses Rurals”

La exposición itinerante Lideresses Rurals continúa poniendo en valor la trayectoria de mujeres de la Vall d’Albaida que han desarrollado carreras de alto impacto. Entre ellas se encuentra Andrea Boscá, cirujana hepatobiliopancreática y de trasplante en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe, que explicó en Ràdio Ontinyent cómo es trabajar en una de las especialidades más complejas y exigentes de la medicina.

“Cuando te llaman para un trasplante, no sabes dónde vas a acabar, ni a qué hora, ni en qué condiciones vas a encontrar el órgano”, relató. Su labor se desarrolla dentro de un procedimiento en el que intervienen múltiples equipos coordinados a contrarreloj: “Todo tiene que encajar sin margen de error; cualquier minuto importa”.

Un trabajo que exige disponibilidad total y cabeza fría

Boscá detalló que el equipo puede recibir un aviso en cualquier momento, lo que implica reorganizar la vida personal, desplazarse con urgencia y mantener plena concentración durante horas. “A veces son guardias tranquilas y otras veces no paras. Y cuando toca trasplante, toca trasplante”, explicó, subrayando la carga física y emocional que conlleva esta responsabilidad.

También describió la sensación de abrir un cuerpo y encontrarse “sorpresas que no esperabas” o tener que tomar decisiones quirúrgicas inmediatas: “Tienes la vida de una persona en las manos. No es una frase hecha: es real”.

Ser mujer en un ámbito todavía marcado por inercias

Aunque la presencia femenina en la cirugía aumenta cada año, Boscá señaló que aún existen inercias y percepciones heredadas. Comentó que algunos pacientes todavía preguntan por “el médico”, asumiendo que será un hombre quien los opere: “Pasan estas cosas… pero se van desmontando poco a poco”.

Añadió que cada vez hay más cirujanas jóvenes y que su presencia está cambiando progresivamente la cultura de los quirófanos.

Conciliación y raíces: el soporte que lo sostiene todo

La cirujana reconoció que la conciliación familiar en su profesión es extremadamente compleja. “La gente piensa que llevas una vida muy heroica, pero lo que llevas es una logística detrás impresionante”, dijo con humor. Destacó que sin apoyo familiar sería imposible mantener el ritmo de guardias, desplazamientos e intervenciones urgentes.

Aunque reside en València, mantiene un fuerte vínculo con su pueblo natal, la Pobla del Duc: “Siempre vuelvo. El pueblo me acompaña allá donde voy”, afirmó. Ese arraigo, dijo, forma parte de su equilibrio personal y profesional.

Una voz que combina excelencia técnica y sensibilidad humana

La participación de Andrea Boscá en Lideresses Rurals no solo refleja su trayectoria dentro de la medicina de alta especialización, sino también una forma de entender la profesión desde la proximidad, la humanidad y el compromiso. Para ella, el trabajo en trasplantes es exigente, pero también profundamente transformador.

En sus palabras: “Este trabajo es duro, pero también es un privilegio. Poder devolver la vida a alguien… eso no se puede explicar”.